La piedra del deseo.

-Ya veo -y por un momento se estremeció sin razón aparente mirando al halcón. Este, casi sin inmutarse, fue descendiendo hasta casi llegar ante ellos y, una vez se aseguró que Nathal le había visto, empezo a volar en una direccion determinada. Nathal miró a Razios.-¿Qué, le seguimos?-le preguntó.

-pues- dijo mirando al campamento una ves recuperado del ataque de los hombres bestia. luego miro alrrededor:nada de cuervos nada de sujetos,encapuchados y de lobas negras asi que no habia problema alguno -creo que si sigamoslo-

(Ayer regresé pero estabas ausente y estaba centrada en otras cosas y no posteé. Aquí dejo post que he estado imaginando durante el viaje :K Si, ya ves. Me voy de viaje y solo pienso en rol xD)

Como si pareciera que les esperaba, empezó a guiarles hacía la más honda espesura del bosque que los rodeaba por caminos casi impracticables, desaparecidos por la falta de uso en la floresta salvaje de aquel lugar. La luz hacía rato que casi había desaparecido sobre el espeso manto que formaban las cúpulas verdosas e imponentes de los mismos centenarios y orgullosos árboles. Finalmente y, después de no supo cuantos rasguños después, llegaron a un lugar donde la cúpula de los árboles concedía un estrecho paso al sol que iluminaba aquel claro encapotado de verde. Ahí, sentada encima de una roca, cerca de los árboles que tenían enfrente rodeando el claro, había una figura orgullosa, esbelta, de larga cabellera casi plateada y mirada zafiro. Su vestido parecía tener luz propia y su mirada estaba centrada en los dos individuos que acababan de acceder al lugar.

-...-
-¿No me reconoces, Nathal?-preguntó la elfa de la roca, aun sentada, con mirada de ternura. -Has crecido mucho.
-...- incapaz de articular palabras, simplemente se limitó a observar a la mujer que tenía enfrente hasta que una sola palabra, salió de entre sus labios en forma de pregunta.-¿Mama?-Voz incrédula, lágrimas de añoranza.
-Sí. Soy yo. O al menos el espíritu de tu madre; espíritu corpóreo pero espí...-No pudo continuar hablando que tenía a Nathal entre sus brazos, apretándola, recuperando parte del calor perdido durante tanto y tanto tiempo atrás. Iori le devolvió el abrazo y la beso, hasta que la semi-elfa, se hubo recuperado. Entonces miró a Razios.
-Sé y soy consciente de ello, que a los elfos oscuros se os prohibe hablar con espíritus pero, por hoy, haremos una excepción. -Miró a su hija, que estaba a su lado, y luego a Razios.-He venido a contaros la verdad. Mi verdad.

>>Todo empezó cuando, durante la eterna guerra entre los elfos, mi madre fue violada por un elfo oscuro. -Miró a Nathal-Ella era druida-aclaró-pero no pudo defenderse y le ocurrió aquel desgraciado o agraciado percance, segun como se vea porque de esa unión, nací yo. -Ahora miró a Razios-Soy medio druichi, por mi interior corría sangre druichi y de elfos del bosque. Pero como ves, físicamente soy un elfo del bosque en todas las reglas. Por ello mi madre no vio oportuno comunicar de quien era hija yo. Jamás le contó al poblado de quien se había quedado embarazada y su padre enseguida la casó para acallar las palabrerías entre el resto de elfos del bosque. Pero a mi, jamás me lo escondió. Nunca me escondió que por mi interior corría sangre druichi. -Sonrió levemente y miró al cielo y se sentó mejor en la roca mirando a Nathal con dulzura. -A pesar de que mi aspecto fuera de lo más normal, mi comportamiento a veces sorprendía a los del poblado, incluso a mi supuesto padre y a mi madre. Me gustaba dormir a la intemperie, observando la luna y siempre que podía entrenaba con la espada y el arco. Tenía inquietudes guerreras y pronto me uní al ejército de mi poblado para defenderlo de los druichi. Eso duró hasta que ya no pude más. El deseo acalorado de conocer a mi padre biológico pudo más que la razón y me fui en busca de mi padre. -Miró a Razios y luego a Nathal para devolver la mirada a Razios.-Buscaba a mi padre y para encontrarlo, solo había una forma, unirme a ellos y traicionar a mi pueblo y a mi madre. -Ahora miró a Nathal.-Cariño, esta parte de la historia, es la más oscura de mi vida. Siento si nunca te comenté esto pero...-agachó la cabeza- lo que hice...-se estremeció.
-¿Y papa?-le preguntó con miedo Nathal.
-Su historia era verídica salvo por un detalle. Los elfos también peleábamos contra los humanos y él era un bretoniano joven y fuerte, sagaz y valiente. Nos conocimos peleando. Yo aun no pertenecía a los druichi y la pelea duró mucho, sin mostrar signos de cansancio ninguno de los dos hasta que él, se cayó por un precipicio. Si te digo la verdad, no sé quien me empujó a saltar detrás de él con gran agilidad y llevarlo muy maltrecho y malherido al poblado. Al principio todos me miraron mal. "¿Cómo toleraba traer un humano a nuestro poblado?". Pero hice oidos sordos y me ocupé de él. Tu padre vivió en el poblado durante años en los que los elfos del bosque aprendimos de él y él de nosotros. Y sin darnos cuenta y, enmedio de la eterna guerra, surgió el amor.-Miró a Razios.-Sé lo que piensas pero, surgió de verdad. -Luego miró a Nathal-tu padre tenía algo de élfico, aunque no sabía explicar el qué. No era semi-elfo ni nada por el estilo y su familia se remontaba a generaciones ancestrales de humanos.-Comentó. -Durante mi tiempo con los druichi, idea que él me había estado intentando quitar de la cabeza, nos veíamos siempre que podíamos pues él había vuelto al ejército bretoniano una vez recuperado totalmente. Y finalmente pasó lo que tenía que pasar, Nathal. Hirieron a tu padre, le hirieron de muerte. Aquel día, yo iba por el campo de batalla, preparada para pelear cuando le ví ahí tendido. Lloré sobre su cuerpo inherte hasta que él se repuso y el campo de batalla se había silenciado. Se repuso porque llevaba un medallón en el cuello que paró el impacto de la flecha. La Dama del Lago le creía muerto, como yo también le había creido y entonces ambos tomamos una decisión. La decisión más importante de nuestras vidas. -Miró a Nathal-Mi nombre real es Eawÿn y me lo cambié a Iori, tu padre se llamaba Washid y se lo cambió a Jonhannes. Construimos la tumba y ahí escondimos nuestras armas, nuestras vidas pasadas y huimos. Huimos lejos, muy lejos de todo aquello. De los Druichi y de los Bretonianos porque ambos, estábamos enfermos. -Tomó aire y luego miró a Razios.-Estuve con él hasta que me supe embarazada de ti y entonces, montada en Kuran, regresé a casa, a mi poblado pero, mi madre había muerto y el resto de elfos me prohibieron entrar siquiera a darle el último adios. -Torció el labio en una mueca-Una cosa era cuidar de un humano y otra muy distinta, era quedar embarazada de uno de ellos a voluntad. Regresé al lado de tu padre.

Nathal miró a su madre y formuló la pregunta que le quemaba en la garganta desde hacía bastante rato.
-¿Y el escudo, cómo lo conseguiste, mama?-le preguntó con miedo y vio como el rostro de su madre se ensombrecía. -¿mama?

(Tu turno, Diego. Sopréndeme. ya ves que a la madre no le hace ni pizca de gracia que su hija sepa toda la verdad pero la sabrá :K Nos vemos)

todo lo que habia paso como un relampago. es cierto lo que dijo a los espiritus no pueden hablar con elfos oscuros. en parte porque ellos reniegan la magia -total eso es cosa de mujeres- pero si todo lo que decia era cierto......no. algo en la mente de razios. en su forma de pensar lo estaba llevando a una conclusion que no tenia ni pies ni cabeza. el druichi usaba casi todo su poder mental para ver que era lo no entendia. hasta que mas o menos lo supo:el nombre del elfo oscuro. el nombre del cual si era verdad lo que decia el espiritu. era el padre de Eawÿn o iori o cual sea que era su nombre. pues de ser cierto el sabia el resto de la historia y de ser cierto....toda la enfermedad que aguardaba a nathal era nada mas y nada menos que su culpa

Olvidando a su madre por unos instantes, Nathal se volteó a ver a Razios, preocupada.

-¿Qué te ocurre, Razios?-le preguntó ella mirándole, aunque sin separarse de la compañia de su madre.

-Nathal... lo del escudo....-su voz y su mirada seguían sombrías, apagadas.-Fui una traidora en todos los sentidos y quiero que entiendas, que lo hice para encontrar a mi padre. Aunque encontré a un hombre que tenía mis mismos ojos, jamás me dijo quien era, usaba un pseudónimo. Le llamaban con todo el respecto del mundo: "El quebrantahuesos" y te puedo asegurar, mi vida, que hacía honor a su apodo. Cuando me fui a la aldea con tu padre, decidí clausurar su búsqueda porque me di cuenta de que había desperdiciado en vano mis años de adolescente. Sí, morí a duras penas saliendo de la adolescencia para los elfos, mi vida.

-Mama...-su ceño se frunció y luego no dijo nada más. Finalmente preguntó aquello.-¿Me vas a contar lo del escudo? Es que... Razios cree que tuviste que robarle al elfo ese para conseguirlo.-Susurró apenada-Yo no creo eso, ¿o si lo hiciste?

-Nathal, hay cosas que no se pueden explicar así como así. Aun eres joven para entenderlo.
-¡¡NO!! Mama, no. Estoy harta de secretos, verdades a medias y mentiras. Estoy harta de haber vivido engañada todo este tiempo. De haber sabido que por mis venas quizás corría sangre de druichi, se lo hubiera dicho desde un buen principio a Razios-dijo señalándolo, aunque a quien miraba era a su madre. Tenía la mirada enlagrimada.-Entiendo que ambos quisieraís desaparecer del mundo en el que viviaís pero... Dime la verdad, por favor.

-QUE SABER QUE PASO CON EL!- dijo razios casi gritando mientras sacaba su espada. y apuntaba a la cabeza de iori. su obsesion por las cosas y la rabia por los recuerdos evocados. lo habian convertido en sencillamente un estupido -yo se lo que paso con tu padre. se porque tienes ese escudo. es posible que en tu tiempo lo hayas olvidado. pero yo lo se muy bien.....quieres saber...QUIERES SABER!- grito ahora con fuerza. su obsesion se convirtio en casi locura. nathal como la clara reacion tenia ante la forma de actuar de razios. temia que le pasara algo al druichi mas el espiritu no se imuto en lo asoluto. tipico de seres etereos

-Razios-le pidió Nathal al elfo oscuro.
-Sí, quisiera saber quien era mi padre-dijo calmadamente Eawÿn.

-no se como lo recuerdas pues tu padre era un elfo oscuro de esos de antaño cuya crueldad no se podia comparar con nadie. y era amigo de ni abuelo. y el tenia una busqueda muy interesante. la busqueda de poder de los conocimientos magicos de los elfos dorados...lo cual curiosamente era el nombre de los natare. lo raro es que mi abuelo fue con tu padre. y con su hijo para probarlo o matarlo si era debil y segun lo que eh encontrado. habia una figura...muy parecida a ti en esa busqueda- cada palabra iba directo a la elfa o el espiritu de la elfa tratando de causarle año pero razios no lo entendio:ella ya habia pasado mucho dolo para que unas simples palabras pudieran hacerle algo

Eawyn no sé inmutó ante las palabras de Razios.

-¿Qué más sabes?-le preguntó totalmente calmada, como si todo aquello no estuviera pasando.

-te lo dire muy bien- dijo razios sacando algo...un libro con hojas de color oro desgastado. y que emanaba energia sobrenatura -sabes que es esto?. es un libro que tiene apegado el poder de la piedra del deseo y la magia natare- cuando razios lo abrio. las hojas brillaron de color oro intenso. y las letras parecian estar hechas de plata. pronto el lugar se transformo y el druichi y la asarai sintieron el mismo que cuando la piedra se activo solo que en menor media. ahora estaban en otro lugar. un templo apenas iluminado. y ahi mismo. escucharon pasos. razios parecia no estar ahi. y el espiritu seguia quieta como una estatua. y nathal....pues es la unica que no sabia nada de lo que pasaba

Nathal miraba a su alrededor asombrada, mientras Iori se mantenía firme y sin inmutarse lo más mínimo.

nathal entendio por sentido comun que era una especie de ilusion. mas era una forma muy presisa de contar todo. no pudo evitar sentir algo de admiracion por los natare y su tecnologia fuera de la comprension de ella. al poco tiempo pudo divisar con su oido de elfa que eran varias personas. todas caminando de manera apresurada como tratando de salir de ahi pero lenta porque se les notaba algo.....el miedo. al poco empezo a divisarlos eran druichi. todos y cada uno de ellos. al menos unos 50 de ellos.

algunos tenia armas. sables. esas armas que nathal no habia visto completas pero que las habia mencionado. las llamadas balletas. todos tenian tunicas negras con mascaras de diseños macabros. ahi habia algunas elfas druichi con una aura de horror a su arrededor. pero para nathal la figura mas imponentes y aterradoras eran las del centro. dos druichi que eran diferentes en si. uno parecia haber peleado en mil batalla y parecer haber dado miles de ejecuciones de manera distintas. cada una mas horrenda que la anterior. tenia un traje de cuero sencillo mas su porte lo denotaban como algo de rango superior. el otro parecia un hechizero. mas tenia una energia maligna despidiendo de el. nathal no podia ver a sus ojos porque temia que aunque fuera una ilusion. ver esos ojos que nunca an dado piedad. podia perturbarla mucho. lo que si alcanzo a ver era a los que estaban junto a ellos. junto al soldado de rango superior estaba un joven druichi. el cual por su rostro no denotaba mucho entusiasmo....o valor. el otro o mejor dicho la otra era una druichi. o al menos eso creia tenia la frialdad de los druichi. mas la paciencia eterna en su rostro el cual era una de los rasgos mas distintivos de los elfos del bosque. para nathal apesar de los dos sujetos. eran sin dudas resaltantes. le parecia que la mujer era la que mas se notaba ahi

-Son Quebrantahuesos y el otro anciano...-susurró Iory. -Ahí también está Gale... pobrecillo-susurró aun más bajo, aunque consciente de que sería oida.

-quebranta juesos- razios habia escuchado ese nombre. raro para un hechizero que era el elfo oscuro pero si bien era raro era por una tendencia suya. la de romper los huesos de sus victimas mientras estas seguian vivas para arranarles las magia del cuerpo poco a poco. y porque sencillamente le gustaba el sonido. el otro razios lo conocia. darkar el maldito. si ese si es un nombre de mago pero para un soldado. mas este tambien usaba el ese nombre por costumbre suya:la de enterra una espada envenada. esta siempre causaba daños a los musculos causando un dolor indescritible. esto le decian maldito antes de vomitar sus propias entrañas. ambos eran diferentes y sus razones tambien. para ellos era suficiente sus ansia de riqueza y conquista para emprender este proyecto

todos los elfos avanzaron. el templo apenas alumbrado. las escrituras en el muro apenas visible en el polvo y la telarañas inusualmente grandes para una araña normal. adornaban el techo y las paredes. los elfos sacaron antorchas haciendo el lugar un poco mas visible. pero era raro. el silencio que habia ahi. casi como un eco. esto no figuraba en las preparaciones(que llevaron alrrededor de 2 años de casitgos y torturas a otros) e investigaciones que se hicieron para ello. mas tampoco habia un silencio total. lo podia escuchar apenas. pero los escuchaba aun asi. no eran pasos ni arrastros ni nada. los druichi no sabian que eso. mas si lo sabian los dos lideres....era una respiracion la cual se acercaba a cada momento en la oscuridad. amenazando con romper las armas y la carne de los druichi tan facil como la voz rompe el silencio. ellos se armaron tenian que actuar pronto

Nathal se cubrió las orejas atemorizada pero ni el espíritu ni Eawÿn se inmutaron.

Más pareció que se encogía mientras se preparaba para pelear, tragó saliva y aunque encogíendose, logró sobreponerse al miedo.
Lo tenía que hacer porque si sentían la mínima debilidad en ella, sabía que le rebanarían la cabeza por cobarde... o algo mucho peor.

habia 3 caminos donde la...cosa podia salir. la izquierda,la derecha y por el camino en el que fueron y por desgracia esa maldita criatura parecia salir por cualquiera. eso impancientaba a darkar y a quiebrahuesos pues no tenian tiempo para algo asi. los balleteros se separaron en escuadrones de 15 en cada lado. cada uno esperando a que la bestia llegara para llenarlo de flechas. si todo iba bien la acabarian pronto y es magia la usarian para que el hechizero sea mas poderoso.

pero bueno como pasa siempre. cuando la suerte no te acompaña o el destino es cruel contigo o cuando a los dioses le da la maldita gana de hacer llover cuando vas a ver a alguien o algo que quieres. aquella cosa surgio fue de abajo de la tierra. partiendo en dos a un druichi y decapitando a otro. la explocion de polvo que se levanto apenas si dio tiempo para que darkar y quiebrahuesos fueran a por la criatura. mas el joven druichi a quien darkar llamo gale y la otra joven retrocedieron. querian provar su valor pero eso no serviria de nada si sus restos terminaban en las fauces de lo que fuera eso. los demas no podian levantar fuego pues sus lideres estabn ahi y si mataban al monstros ellos lo matarian por estupidos asi que solo podian retroceder. para ver que la ley de que cuando algo puede salir mal. sale mal funciona a la perfecion en los templos con bestias antiguas.

Eawÿn retrocedió junto a Gale, aguardando a que sus líderes terminaran con la criatura.
Tenía un extraño presentimiento acerca de Quebrantahuesos, y ese era, nada más y nada menos, que el siguiente: creía que Quebrantahuesos era su padre. El espíritu miró a su hija y luego a Razios.

-Ahora lo entiendo... Ahora entiendo ese sentimiento que sentía cuando veía a Quebrantahuesos... Quebrantahuesos era mi padre.-El espíritu dirigió la mirada a la batalla y nathal observó como, de haber podido, hubiera estado llorando.

nathal hubiera dedicado una mirada mas pero lo siguiente era algo que la semi-elfa no podia dejar de ver.

aquella cosa aparecio....3 brazos dos a la izquierda y uno en la espada,sin ojos, de color blanco y palido como un cadaver asi y con la figura esqueletica de algo que no hubiera comido en dia o en siglos. quebrantahuesos sabia lo que era. mas no sabia que era tan......bueno sobre las palabras

un devorador de almas. una bestia creadas ya hace tiempo por los necromanticos en la edad dorada. estas bestias eran una mezcla de almas,enegia oscura, mas almas y la falta de voluntad y apego a los necromanticos que hacian de esa cosa su arma mas poderosa. usada contra los orcos cuando estos miserables pieles verdes se aliaron con los barlogs. los devoradores de alma son efectivamente dificiles de crear mas dado a su eternidad(solo mueren en combate) y una carateristica particular los hacian temibles y capaces de devorar ejercitos. cuando gale y iori se acercaron ya viendo a la criatura. y desgraciada mente vieron la extraña carateristica de esa cosa:en su cuerpo se podia ver con claridad las almas en pena y desgracias que habia devorado

Nathal, al ver que su madre se iba a enfrentar a esa cosa, se estremeció de miedo y cubrió su rostro con ambas manos y luego lo ocultó todo junto en el pecho del espíritu.

De mientras, Eawÿn, pareció perder todas las fuerzas de golpe y porrazo. Acobardada, algo en su interior la hizo recobrarse y hacer nacer en su mirada la determinación que poseía Nathal también. Levantó la espada y, sin misericordia, atacó a la criatura.

ella ataco primero enterrando su lanza de roble eterno sobre la cabeza del monstro y luego atacando en su espalda sostenida por la lanza. con su espada ahi se dio cuenta de dos cosas:una que bien esa cosa no debia tener cerebro o era pequeño pues aun se movia contra quiebrahuesos y darkar como si no hubiera pasado nada de nada. y dos que apesar de aparentar tener solo huesos. no era asi pues la espada apenas si se hundio. lo que parecia hueso fragil era en realidad un gran y horrenda masa de musculos y cartilagos que apenas sentia la espada. iori tuvo que tratar de hundir mucho la espada para conseguir una herida que aunque era profunda. no tenia la mas minima importancia a algo que no sangraba o sentia dolor. el devorador agarro del cuello y la arrojo contra la pared y de no ser por un hechizo de quiebrahuesos que lo mando a una direcion. el devorador hubiera lastimado a nathal o la hubiera matado o peor(si mucho peor).

gale la levanto y le pregunto si estaba bien. ella no dio ninguna respuesta solo agarro su espada y gale le dio un escudo. ella no dijo nada y el druichi solo respondio que se lo devolviera cunado todo acabara

A pesar de que sentía un dolor horrible en la espalda, continuó peleando contra ese monstruo extraño y lleno de almas.
Sabía que no podía disminuir el nivel de lucha si quería ganarse el eterno respeto de aquellos dos druichis y lo haría costara lo que costara, pues quería encontrar a su padre. Pero un nuevo golpe por parte del monstruo casi la volvió a dejar fuera de combate. Trató de levantarse y lo logró a duras penas sosteniéndose de su espada.
-¡¡LEVÁNTATE, ESTÚPIDA!!-le gritó quebrantahuesos desde su posición, hirió a la bestia y luego se acercó para golpear a Eawÿn en pleno estómago, acción que la hizo trastabillar.-Bien...-la agarró del brazo y la empujó frente a la bestia-demuéstrame que tan buena eres si no quieres que te aplaste el cráneo, estúpida semi-druichi. -A pesar de la dureza de los comentarios, Eawÿn no se dejó amedrentar y logró sobreponerse a todos los dolores que sufría y levantar una vez más su espada y su moral para terminar con aquella bestia. En su mirada, la resolución que lucía Nathal cuando estaba determinada a hacer algo... el mismo brillo de orgullo élfico.


Nathal, ahora observaba la escena aun protegida y abrazada por el espíritu. Al rato miró a Razios.
-Ahi esta cuando le dan el escudo...-susurró por lo bajo-Pero...-y aunque iba a preguntar a su madre, prefirió callarse, pues las imágenes lo verían.

quiebrahuesos al final uso un hechizo para poder eliminar una de la piernas del monstro. luego los druichi abrieron fuego con sus balletas de repeticion. las flechas no parecian afectar a la bestia. asi que darkar ordeno la retirada. cuanto antes todos los que aun tenian pies y podian moverse se fueron rapido el restos fue dejado atras...total ellos que importaban solo eran estorbos para la gran recompensa que habia que conseguir. iori tenia que hacer un gran esfuerzo para no escuchar a los druichi gritar y como su carne se desgarraba por el monstro

-Mama...-sollozó Nathal abrazándose al espíritu.
-Lo sé, mi vida, lo sé. Fue horrible, por eso...-con el dedo índice le levantó la mirada-no quería que supieras la verdad, no quería...-la mirada del espíritu se nubló aunque no podía llorar.

Eawÿn corría aun a pesar de sentír como su corazón se rompía de pena mientras su cuerpo se quebraba por las heridas.

los druichi sobrevivientes recargarban sus ballestas y llegaron a un gran salon. mas ese salon estaba hueco. no habia otra direcion a la que ir. a menos que fuera para volver contra el devorador. estaban atrapados sin ninguna posibilidad de esapar

-maldita seas- grito darkkar a quiebrahuesos golpeandolo -todo es tu culpa por no saber a donde ir- este fue enviado al techo y luego golpeado contra el piso. producto de la magia de quiebrahuesos -y tu que. pense que tus hombres harian algo mas. pero me doy cuenta de que no son nada mas que inutiles. el devorador ya se abra alimentado con las almas mas con la pierna que tiene no hara mucho. asi que por ahora lo mejor es descanzar un poco y al mismo tiempo investigar si hay un camino secreto en alguno lado- darkar se levanto escupiendo sagre -mas vale que lo haya porque te aseguro que si no salimos de aquie no le dare el placer a ese monstro de matarte- gale y iori no decia nada. perplejo de su encuentro con el devorador y mas que nada de las almas que cruzaban su cuerpo. parecian ambos en su propio mundo.

al poco rato se hico una fogata. con trozos de madera encontrada en algunos altares y ya estaba haciendo guardia en la unica entrada que habia

Eawÿn se sentó con la espalda recostada en una pared mientras se cuidaba de su espada. Miraba a Quebrantahuesos de soslayo, tratando de acercarse a él pero era tal, el respeto que sentía hacía él y el miedo reverencial que le transmitía que solo eso le detenía para seguir avanzando. Respirando hondo y, reordenando sus ideas, se incorporó y avanzó hacía él.

-Señor-comenzó sumisa con la cabeza gacha, cuando estuvo frente a él.-Quisiera formularle una pregunta.