era del armageddon

-soy quien te ayudara.- dijo las vos -ven en esta misma hora para entrenar tus poderes ten segurida que te ayudare- dijo esta y la vos dejo de escucharse

Cuando desperté, vi el rostro de Estegio.

-hola... querido.-le susurré.

-despertaste- dije -estas en templo. no volvias asi me preocupe te encontre ahi en el suello.....sin ropa. asi que te lleve al templo y te limpie un poco y te arrope con una manta esperando que despertaras- dije minetras cubria mi cansancio ya que desde el entrenamiento y las heridas de raiden no tenia mucha energia -espero que hayas dormido bien-

-Si... tenía que ver a cierta persona.-Le miré a los ojos.-A la que entreno a mi madre.-Explique. -A su indil Isis.

- a su indiel isis?- dije -ya veo y como era esa indil?- dije tratando de vendarme de modo que jeann no me viera

-Era... es una mujer guapísima aunque severa y dura como la roca. Me entreno y yo le detuve todos los golpes. Ahora entiendo porque mi madre tenía ese aplomo.

-si se nota- dije divertido -pero segun yo vi eso nunca la detuvo para ser alegre creeme- dije tranquilo -quedate ahi

-Lo se... -sonreí.-Mi madre siempre sonreía... aunque cuando miraba a ese báculo... siempre lo hacía con ternura en la mirada.

-es raro- dije -porque segun el ritual del caos ella no recuerda nada de tu padre. pero la pregunta es que fue lo que paso con tu madre despues de ritual del caos.- dije preguntandome -tal ves isis sepa- dije mientras me terminaba de vendar el brazo sin que jeann lo notara

-No se... quizás lo hacía porque fue ella quien lo creo de la nada... depositando en él toda su fuerza o tal vez porque le recordaba el tiempo pasado en Edenia, ¿no? Si tengo que volver a hablar con Isis, tendré que volver a embadurnarme de lodo de nuevo.

-ok pero esta ves ire contigo de cerca- dije -no ienso dejarte inconciete aya de nuevo- dije abrazandome a ella

-De acuerdo, pensé que... pensé que... serías un estorbo para Isis y que no se mostraría.

-descuida- dije besandola -no sera problema- dije mientras acarisiaba su rostro -ahora descansa-

Me tumbé a su lado y cerré los ojos, cayendo rendida.

me abraze a ella y ella auqnue dormisa tambien me abrazo . y apesar de las heridas el cansancio fue mayor y me quede dormida con ella

Después de un gran bostezo, me desperté y me incorporé para buscar algo de comdia.

me desperte cansado. mis heridas estaban mejor pero aun me dolia. me levante para buscar algo de jeann

Despertando me di cuenta de que seguia con la ropa del anterior dia, sera posible que durmiera tanto? despues de seguir acostada todavia unos momentos me pare para tomar una ducha, hacia frio y no sentia al Indil del Fuego a mi lado, creo que se enfado conmigo al usar el fuego negro, no me inportaba, yo sabia que esa tecnica me seria muy util y la tendria que usar muchas veces todavia.
Despues de la ducha me puse un ligero vestido blanco sin mangas que encontre en el fondo del armario, y peinado mi cabello descubri que me crecio un poco, hasta los hombros.
Abri la ventana para sentir el aire pero lo que me llego era el oxigeno que recordaba en mi ultima pelea, causandome nauceas.

-Buenos días, Estegio.-Le sonreí feliz mientras accedía al templo, cargada de frutas y alimentos proporcionados por la tierra.-¿Qué te apetece comer hoy?-le pregunté.

-pues- dije viendo un conejo y demas animales que al parecer habitaban aqui -un estofado no iria mal- dije preparando mi baculo

Con un leve movimiento de mi mano, cree una jaula de tierra para el conejo y para el ciervo.
-Espero que nos quedemos bastante tiempo aquí... sino la carne se va a echar a perder-Le sonreí a Estegio, mientras admiraba al ciervo en toda su estatura.

-pues- dije viendo el lugar -pdoriamos vivir aqui en este lugar no crees?- dije mientras abrazaba a jeann y veia el ciervo y el conejo

-¿Tu crees? Quizás si, Estegio-Susurré, aunque al instante siguiente añadí.-Tengo una visita con ella... ¿te vienes?-dije sacando mi báculo y cambiando mi porte totalmente.

-ok entonces aqui viviremos a partir de ahora- dije tomandola del brazo mientras la acompañaba