La piedra del deseo.

-Yo te ayudaré -y, una vez ahí, posó sus sabias manos sobre la corteza del árbol y cerró sus ojos, llamando a ese poder ancestral que tanto conocía. Léntamente, la vida empezó a regresar a Rasot, al igual que su vitalidad. Después de unos largos quince minutos, Rasot estaba nuevo.

Se separó y miró a Asuraid.

-Listo.

-vaya se ve bien eso- dijo alguien atrás de arien. ella voltio para ver a everton en frente de ella con una sonrisa -muy bien nathal-

-¿Qué haces aquí?-le preguntó un tanto alterada. La última vez que le había visto, él la había violado.

-ehhh paso por aqui. ¿algun problema?- pregunto sencillamente como si nada malo hubiera pasado.

-está bien.-Dijo sin más.-Esto es una característica asaraí, deberías saberlo.-quejó.

-ok- dijo everton y asuraid -ehh. razios esta en el bosque del silencio. quieres que vayas a verlo por algún motivo- dijo everton

-Voy enseguida-y, tras despedirse de ambos, echó a correr hacía ahí, extrañada.-Me ha dicho Everton que me buscabas, Razios.-Le susurró acercándose.

en ese momento un razios con los dos brazos normales la abrazo -si. espero que no te moleste pero quisiera comer contigo a solas- dijo sonriendo. razios ahora esta mas...feliz. mas calmado cosa bastante rara en el

-Espera. ¿Qué...? ¿Por qué?... -Le miró separándose.-¿Razios... tienes fiebre?¿Estas bien?...-Miles de preguntas se atoraban en su garganta.

-no. solo quiero pasar un tiempo contigo....es tan malo?- pregunto mirandolo extrañado -pensé que te gustaría comer algo después de todo lo que paso-

-Si pero... ¿tu brazo, tu pierna?-le miró a los ojos. En ellos se leía la felicidad y la dicha que sentía.

-que hay con ellos?- dijo mirándolos -no veo nada malo....¿y tu?- pregunto con curiosidad. al parecer razios no perdio su pierna y su brazo y al parecer. tampoco su autoestima

-Te quiero... ¿dónde está la comida?-le preguntó.

-aquí- dijo mostrando una especie de picnic. -dado a que inclinación por la naturaleza pensé que podría gustarte esto-

-Gracias.-Se sentó y sacó a Thor para que pudiera estar con ella. Se sentía rara. ¿De qué podrían hablar?

-te veo distraída...-dijo razios con curiosidad. mientras un cuervo miraba desde uno de los arboles a arien

-No es nada... solo... pensaba en todo lo que ha ocurrido.-Contestó.-Desde que "mi abuelo" nos mandó a buscar a los supervivientes de los primarcas.-Explicó.

-es verdad. a pesar de todo. aun tenemos una guerra contra los traidores...no pensé que horus haría eso- dijo el elfo oscuro -me pregunto en donde estará tu tío en todo esto-

Miró el cielo.

-Desaparecido, supongo.-Contestó y ahí vio al cuervo agachando la cabeza.

-dudo que a este paso el haga algo- dijo mientras veia a la semi-elfa -creo que ya no se puede contar con el-

-¿Por qué los dioses olvidan a sus seguidores?-se quejó abatida.

-los dioses. no importa cual. solo cuidan a los que pueden cuidarse a si mismos- respondió razios -es la cruda verdad-

-Mi tio antes no era así...-suspiró.-Supongo que la cordura se acaba cuando se es poderoso. En fin -Empezó a comer.

-sabes...el mundo es mas oscuro de lo que uno piensa- dijo mientras agarraba algo para comer también -tal ves nunca nos dimos cuenta-

-Razios... ¿qué harías si muriera?-le preguntó.-Es una posibilidad en el campo de batalla.