Chile se caracteriza por no ser un país propiamente latinoamericano en el tema de cultura y mitología, el dificil acceso a la zona (el decierto mas seco del mundo al norte, la cordillera mas larga del mundo al este, el oceano mas grande del mundo al oeste y la antartica al sur) provocó que los habitantes tuvieran una curiosa y escalofriante mitología poco conectada con el resto del continente, el parecido de esta mitología con los mitos europeos se debe en gran parte a un intento de comparacion de los traductores españoles, ingleses y alemanes que intentaron traducirlos.
El Caleuche es un buque que navega vagabundo por los mares de Chiloé y los canales del sur. Está tripulado por brujos poderosos y en las noches oscuras va profusamente iluminado. Durante sus travesías, a bordo se escucha música sin cesar.
Si es necesario se oculta en medio de una densa neblina, que él mismo produce. Jamás navega a la luz del día.
Si casualmente una persona, que no sea bruja se acerca, el Caleuche se transforma en un simple madero flotante, y si el individuo intenta apoderarse del madero, éste retrocede. Otras veces se convierte en una roca o en otro objeto cualquiera y se hace invisible.
Sus tripulantes tienen la capacidad de transformarse en lobos marinos o en aves acuáticas. Se asegura, que los tripulantes tienen una sola pierna para andar y que la otra está doblada por la espalda, por lo tanto andan a saltos y brincos.
No hay que mirarlo, porque los tripulantes castigan al que lo hace, dejándoles la boca torcida, la cabeza hacia la espalda o matándole de repente gracias al elevado manejo que tienen de la brujería. El que quiera mirar al buque y no sufrir el castigo de la torcedura, debe tratar que los tripulantes no se den cuenta.
Este buque navega cerca de la costa y cuando la tripulación se apodera de una persona, la llevan a visitar ciudades del fondo del mar y le descubren inmensos tesoros, invitándola a participar en ellos con la sola condición de no divulgar lo que han visto. El que no respete esta condicion será asesinado por los tripulantes del Caleuche en la primera ocasión que volvieran a encontrarse con él.
Todos los que mueren ahogados son recogidos por el Caleuche, el cual tiene la facultad de hacer la navegación submarina y aparecer en el momento preciso en que se le necesita para recoger a los náufragos y guardarlos en su seno, que les sirve de mansión eterna.
Cuando el Caleuche necesita reparar su casco o sus máquinas escoge de preferencia los barrancos y acantilados, y allí, a altas horas de la noche, procede al trabajo.
Los Brujos son personas que poseen muchos conocimientos de la vida y de la muerte, emiten un fluido mágico que trasforma la mente de los demás. Los brujos en Chiloé son miembros de una institución secreta: "La Recta Provincia".
A muchos de los que han visitado este sitio les llama la atención que en Chiloé, haya no solamente mujeres, sino que también muchos hombres que ejercen este "don".
Cómo se llega a ser Brujo
Una vez seleccionado muy meticulosamente el candidato por la Recta Provincia, se le somete a una serie de pruebas.
Entre estas pruebas están:
- Ingerir alimentos indigestos
- Baños en el Penchaico durante las noches más heladas del invierno
- Emboscadas en caminos solitarios
- Permanencias nocturnas recostado sobre la tumba de algún cementerio.
Con el objeto de borrar el bautismo Cristiano, al candidato se le somete a una ducha en el Río Traiguén. Durante 12 noches consecutivas el iniciado acude a una pequeña cascada donde recibirá un chorro de agua en medio de la coronilla.
Otra manera de borrar el bautismo es lavar la cabeza y cuerpo del iniciado con sangre de un recién nacido "no bautizado".
Las pruebas que siguen son aún más duras, y si el iniciado no tiene realmente el "don", dificilmente las superará.
Con todas estas pruebas se logra una gran fortaleza mental y una sensibilidad tan aguda, que les permite percibir los pensamientos hasta de las personas mas puras.
Tras la cadena de prueba el iniciado está casi listo para ingresar a las filas de los "sin alma". Finalizadp el período de pruebas el elegido es llevado ante la presencia de la "Mayoría" en la "Cueva Mayor", la cual originalmente se ubucaba en las cercanías de Quicaví (de quin=conocer y cahuin=reunión, o sea reunión para aprender). Debido a que este escondite fue descubierto, actualmente la Recta Provincia opera en un lugar totalmente desconocido, pero que en teoría debe ser de carcaterísticas similares a la Cueva de Quicaví.
La Cueva de Quicaví es un sitio subterráneo con varias dependencias. Mide aproximadamente 200 m. de largo por 3 de alto, y se le iluminaba con antorchas y cántaros de aceite humano.
El candidato era introducido en la Cueva y presentado ante La Mayoría reunida en sesión solemne y presidida por el Buta (Brujo Mayor, de Futa=gran). La Mayoría decidirá la última prueba.
En muchos casos esta prueba consiste asesinar al ser más querido por el candidato a brujo.
La ejecución de esta prueba se llevará a efecto un día martes en la noche, previo juramento que incluye fidelidad a Lucifer, quien es jefe supremo honorífico de los Brujos.
Una vez completada la última prueba, nuevamente se reune La Recta Provincia. El candidato se ceñirá el famoso Macuñ, que consiste en un chaleco hecho con la piel del pecho de una mujer muerta en estado de virginidad, y que debe ser confeccionado previamente por el mismo aspirante a brujo. Este chaleco-instrumento dota al brujo de la habilidad de volar. Entonces empezará un suculento banquete, cuyo plato principal es carne de "guagüita" asada
Tras el banquete se recluye al iniciado durante un tiempo portando una lagartija en la frente sujeta con un pañuelo rojo. Este ritual tiene como fin que el reptil le comunique sabiduría al nuevo miembro de la brujería.
Tras ello el aprendiz de brujo es puesto en manos de miembros antiguos, quienes le enseñarán a volar, transformarse en diversos animales, introducirse en las casas para dañar a sus moradores, a conocer los poderes tóxicos y medicinales de diferentes plantas, utilizar el caballo marino, adormecer personas, etc.
Eso si a los brujos se les prohibe violar o robar, ya que aunque ejercen el mal, los brujos poseen un "Código de Moral".
Los brujos tienen el poder de dañar a otras personas, siempre y cuando hayan sido autorizados por la jefatura de la Brujería. Cuando una persona es afectada por alguno de estos hechizos se dice que se le han hecho un mal, el cual puede ir desde largos rasguños o simples sajaduras hechas en diferentes partes del cuerpo, hasta el Llancaso (de llancún=caer) o muerte lenta por envenenamiento. También se utiliza la toma de alientos, que termina en una muerte angustiosa del afectado.
Estos tormentos son efectuados por el Brujo, en el organismo de un sapo que representa a la persona a la que se le está haciendo el mal.
Cuando el Brujo desea volar, debe someterse a un régimen sin sal, y estará listo cuando le lagrimeé un ojo. Hecha entonces el poncho hacia atrás y deja descubierto el macuñ. invoca al Demonio pronunciando con firmeza "arrehalhue", y así se eleva por el aire a gran velocidad.
El macuñ, aparte de permitir al brujo el vuelo de una isla a otra, o más allá, es un instrumento que orienta su vuelo, señalando su camino con una luz blanquecina, suave y penetrante producida por la magia de los cauquiles (anélido fosforescente, nortiluca) de los cuales está impregnado.
Cuando el Brujo desea descender, dice "Macuñ: arréame Diablo" y desciende rápidamente, pero aterrizando con suavidad. El Macuñ, es de propiedad personal de cada brujo y posee vida propia que le une inseparablemente a su amo, a tal punto que si se llega a perder, basta que el Brujo diga "che-che", para que vuelva a sus manos.
Cuando el brujo se lo quita, este automáticamente se enrosca sobre si mismo. Si algún extraño osa tratar de tocarlo, se extiende bruscamente produciendo un fantasmal grito que ahuyenta al intruso.
Con respecto a la Cueva de Quicaví y otras que usan los bujos como escondite, su entrada se encuentra en una quebrada cubierta de quilas y otras plantas. Además proteje la entrada el Invunche.
Cada Cueva es presidida por una jefatura o Consejo de la Cueva presidida por 13 brujos que controlan el comportamiento de sus subalternos. Para poder realizar su tarea con mayor facilidad se sirven del Chayanco, aparato está instalado en una de las dependencias de la cueva similar a un computador conectado a Internet, que registra y permite observar todos los actos de cada uno de los miembros de la logia, desde el primer momento en que ingresó a la brujería. En otra dependencia alejada de la entrada los brujos mantienen lo que se llama el Levisterio o Reviserio, instrumento que se utiliza para hacer diversos exámenes.
El Caballo Marino
Este caballo de la brujería de Chiloé es grande, de largo hocico con patas en forma de aletas y una firme cola propulsora, semejante a la cola de un pez. Su aspecto no es muy agradable. Es muy fuerte y posee crines de color dorado.
Los Caballos Marinos habitan en gran cantidad en los mares frente a la Costa Occidental de la Isla Grande de Chiloé. Se alimentan de algas marinas, especialmente de luche y cochayuyo, por lo cual se explica su color verdoso amarillento oscuro.
Sólo los Brujos pueden ver a los Caballos Marinos, y por eso son ellos quienes pueden aprovechar los servicios de estos hermosos animales.
Como es sabido los Brujos tienen la capacidad de volar, ya sea usando el Macuñ, o transformándose en algún tipo de ave. Sin embargo las leyes de la Brujería les impiden utilizar estos métodos para llegar al Caleuche, en el cual forman una importante parte de la tripulación. La única manera autorizada de abordar el Caleuche es usar a los Caballos Marinos como medio de transporte.
Durante los recorridos del Caleuche los Brujos aprovechan la oportunidad para elegir Caballos Marinos de su agrado, marcándolos con su marca personal para que el animal quede en forma permanente a su servicio.
Cuando el brujo necesita viajar en el Caballo Marino se acerca a la orilla del mar y lanza cuatro silbidos especiales, con el último silbido aparece el Caballo marino, siempre fiel y atento al llamado de su amo. Docilmente se acerca a su dueño, entonces éste lo enlaza con una cuerda hecha de sargazo y le palmotea las ancas, luego se sube al suave lomo del animal. El Caballo Marino se deslizara entonces velozmente tras el Caleuche, dejando una estela en la superficie de las aguas y adelantándose a cualquier otra criatura marina.
Cada brujo puede tener más de un Caballo Marino. Los hay pequeños para uso personal y otros tan grandes que llegan a medir más de doce varas de largo y de alto superan las cuatro varas (unidad de medida chilota). Estos gigantes son tan grandes que pueden transportar sobre su lomo hasta trece brujos. Los caballos marinos tienen una corta vida de sólo 4 años y cuando mueren se convierte en gelatina que luego se disuelve en el mar, llegando a veces hasta la orilla de la playa.