Pasaron luego por la calle St. stephen, sin siquiera notar el olor a carbon y azufre que emanaba el gran muro de ceniza. 63 años atrás, un domingo 3 de mayo, la iglesia st. stephen, comenzó a brillar en la obscuridad de la mañana, humo y cenisas salían por el capanario de la iglesia, los vidrios estaban rotos o completamente ahumados y ennegrecidos, las cenizas se posaban en las casas que se encontraban en las cercanías. Esto nadie lo había presenciado, todos estaban en misa a esa hora. No hay datos sobre el incendio, todos los documentos de Sissenrt eran guardados en la iglesia, y con esta, desapareció todo el pasado del pueblo, dejando sólo una piedra con la fecha de fundación, hace 200 años, y una gran cantidad de cenizas.