La piedra del deseo.

Agachó la cabeza y asintió.

-Está bien, tu ganas... ¿Cuando partimos?-le preguntó.

-iras sola- dijo razios -mañana en la mañana-

Ella le miró.

-¿Por qué me mandas sola?-le preguntó-A penas si sé llegar a las puertas de la ciudad.-Le espetó.

-porque tienes que pasar por estas cosas sola- dijo razios -es la unica forma- dijo este tranquilo -ademas llegaras facil no es muy lejos de aqui y ademas estaras mucho mejor alla que aqui-

-¿Por qué crees que estaré mejor con ellos?-le preguntó. Ahora simplemente sentía curiosidad.

-porque ellos tienes una forma mas fuerte de soportar las cosas. ademas tu tio te enseñara sobre tu poderes sin decir que es hora de que te cuente como fue que perdio el ojo- dijo razios -es una historia algo comica cuando te la cuenta-

-Lo que tu digas.-Se volteó y miró hacía el acantilado que se abría a sus pies.
La caida era una de esas eternas, de las que jamás escuchas llegar a la piedra. -Habría sido una buena forma de acabar con tanto sufrimiento-pensó en voz alta mientras miraba hacía abajo.

-"una forma cobarde queras decir"- dijo la voz del bosque de nuevo. nathal ahora lo escucho con mas claridad pero aun le resultaba lejana saber de donde venia

Nathal buscó la voz con la mirada volteándose.

-"no sé quien eres, ni que quieres pero... deja de interceder en mi vida"-le pidió.-"por favor".

-"eres una druida. eres parte de la naturaleza entonces es dificil interceder"- dijo la voz aun lejana para nathal

-Voy a ver a Kuran-Dijo sin más, empezando a irse.

Mientras andaba, sentía un dolor profundo en su corazón, pero decidió ignorarlo. Al menos por el momento, no quería volver a deprimirse tanto.

razios veia a nathal marcharse pero no dijo nada ni tampoco voltio atras -asi sera- dijo simplemente sin ningun problema mientras se sentaba en el suelo

Una vez llegó junto al caballo, le acarició el cuello.

-Llévame lejos, caballo élfico-le pidió-Llévame donde pueda olvidar toda la tristeza de mi interior... Corre raudo como el viento, Kuran-terminó gritando el nombre del caballo mientras montaba a pelo de un salto y su montura empezaba a ir al galope tendido.

mirin estaba trans razios -no la detendras?- pregunto ella -no debe ser asi- contesto el elfo oscuro

El caballo la llevo al único sitio en que sabía que el alma de la chica iba a estar en paz.

Se la llevó al prado que ella visitó un día como ese con su padre, días después de la muerte de la madre.

Miró entristecida el lugar y luego se apeó de Kuran para andar hasta el centro exacto del mismo. Allí mismo se estiró y miró las nubes.

-Descansa amigo... te mereces un feliz descanso.

razios no hizo otra cosa que dedicarse a meditar para calmarse asi mismo

Nathal, mientras aspiraba el suave aroma de las flores bajo su cuerpo, tenía los ojos cerrados y trataba de concentrarse. Aquella otra vez también había sido igual, aunque había tenido un guia que la dirigiera en como debía meditar ahí estirada. A pesar de que tenía 4 años, lo recordaba como si se lo estuvieran diciendo.

razios meditaba mientras sentia cada contacto de la naturaleza. sentia algo culpable pero louego desaparecio rapido. nathal estaria mejor. asi de simple

Finalmente sintió lo que había andado buscando, aquella paz en su interior cuando las flores y las hierbas de su alrededor la cubrieron totalmente. Se quedó ahí tendida, respirando la agradable fragancia de las flores sobre su cuerpo.

razios finalmente termino su meditacion y se levanto. era de mediodia. nathal deberia volver a la base y mañana en la mañana iria al campamento barbaro

Sintió como las flores y las hierbas se retiraban de encima suyo y ella se incorporaba totalmente despejada.

-Vamos, Kuran. Volvamos a la base-Sonrió. Y asi fue como llegó un poco después.

razios praticaba con la espada para intesificar su fuerza. sabia que necesitaria toda la que pudiera

-¿Quieres que práctiquemos?-le preguntó Nathal a Razios mirándolo algo sonriente.

-si quieres- dijo razios sacando su espada -asi habra algo mas de diversion-

-Perfecto-Sus ojos parecieron refulgir entusiasmados cuando desenfundó la espada. -En guardia, no te creas que he olvidado todo lo que me enseñaste.