era del armageddon

Me puse en pie y aferré con fuerza mi báculo con mis dos manos.
Puse la punta del mismo encima del cristal mientras mi mirada era serena.

-Yo, Jeann elegida de la Tierra, favorecida por Gea (antigua diosa de la mitología griega, no su Indil) y amiga de la loba blanca Gea, mi indil, entierro aquí mi poder y mi rabia, mi furia y mi frustración. Entierro aquí mis recuerdos que aun perduran en mi, mis silenciosas plegarias y mis añoranzas de aquellos que no volverán. Ahora y para siempre...-alzó alto el báculo para darle un fuerte golpe al cristal pero no se decidía.

-dime algo jeann- dije mientras me sentaba -estas segura de lo que vas a hacer?- dije -quieres realmente hacerlo- y por ultimo -porque lo haces?-

Un montón de escenas pasaron por enfrente de sus ojos, caras sonrientes, risas, caricias y abrazos de aquella a quien no recordaba.
-Ahora y para siempre...-volvió a repetir.-Seré la que las circunstancias han decidido que sea-y con un duro golpe del báculo, rompió el cristal-adios, Estegio... nos veremos en otra vida-susurró mientras un remolino la envolvía.

-nos veremos en la otra vida- dije mientras me teletransportaba lejos de lugar -nos veremos en la otra vida- dije supirando mientras me alejaba del lugar

Cuando me puse en pie, me sentí extraña y bien a la vez.
Miré a mi alrededor y lo que vi me llenó de ternura y odio a la vez.
-Estegio...-susurré.

-Veo que has despertado, Jeann.
-¿Eh?-pregunté confusa, ahora era yo la que estaba acostada.
-Realmente vas a acabar con el mundo, ¿qué haré contigo?
-No lo sé, dímelo tu.-Le espeté.
-Has liberado tu lado oscuro... la suerte está echada-miró por la ventana y se encogió de hombros.-Solo es cuestión de tiempo...-susurró.
Me levanté y me miré en el espejo. Volvía a tener el cabello largo, pero sedoso y bien cuidado.
-¿Cuanto tiempo...?
-Unas horas, no te preocupes.

estaba lejos. en una montaña alta. ahi podria descanzar

Saqué mi báculo y lo miré, seguía como siempre. Luego miré donde tendría que haber estado el cristal y no lo vió.
Se acercó a la ventana y, de un salto aterrizó limpiamente en el suelo.

-Si, me siento como en casa-susurró para sí.

en ese momento. yo me sente en una roca. estaba pensando. en lo que haria ahora. no sabia si deberia volver a ver a jeann. o simplemente esperar. pero ahora no importaba. definitivamente no importaba

-Me dijiste que como humana no podría esconder aquello que sentía, que no podía negarme lo que me había estado ocultando tanto tiempo y... aquí estoy. De nuevo con todo en mi interior, lista para defenderme de quien quiera venir y alejarme de tu lado porque, por más que te odie... te amo profundamente y eso me confunde. Espero que algún día puedas perdonarme lo que he hecho, Estegio-Mi voz sonó a espaldas del chico, sin darme a anunciar aunque creía y sabía que él se había dado cuenta de que estaba a sus espaldas.

-descuida- dije calmadamente -al final. nunca entenderas la razones por lo que hice- dije mientras miraba el cielo. sentia inutil el mirar a otra parte asi que me quede mirando el cielo

No me senté a su lado, sin embargo dejé que la naturaleza jugueteara con mi pelo, largo de nuevo.
-Sí que sé porque lo hiciste. Lo hiciste porque querías que yo sintiera el desgarrador vacio que dejé en tu corazón cuando te dije que no te amaba.-Callé.-Que estúpida fui......

-mas. esa es solamente la mitad de la razon. hay otra. la cual no te puedo decir- dije mientras me sentia comodo. conmigo mismo. era como si todas las cosas que necesitaramos jeann y yo hubiera sido inutiles. y ahora solo bastara la presencia del otro

Me senté a su lado.
-Me ha vuelto a crecer la melena... en tan solo unas horas-susurré-No sé como ha ocurrido, pero tampoco busco explicación-Miré el cielo.-Lástima que Edenia vaya a desaparecer...-comenté triste-Haría lo que fuese por detener el Armageddon.

-si se teñira de rojo y amarillo. el cuolor carateristico en cualquier fin del mundo- dijo estegio -asi de facil-

-Que poco delicado eres a veces, Estegio-susurré sin mirarle, aun mirando más allá del horizonte. -Si todo acaba bien... me gustaría poder volver aquí, a Edenia... simplemente para sentirme cerca de ella-y acaricié la tierra con la yema de los dedos.

-lo siento pero despues de las cosas que pase. la delicadeza no existe en mi. al menos ya no mas- dije mientras me detenia a mirar el cielo de la batalla mas grande que habra -y ya veremos como acabara todo despues de la batalla-

-de acuerdo...-me levanté pero era incapaz de irme de su lado-... vuélvete como Raiden, quizás seas más feliz-Le espeté con amargura en la voz.

-si quieres estar amargada. pues estalo. no te detendre mas- dije sin ningun un cambio en mi voz

-Sé que quieres lo mejor para mi, para nosotros pero... todo lo que sucedió...-hice una corta pausa-... lo siento, no puedo perdonarte.

-pues nunca espere que lo hicieras- dijo estegio -eso lo se bien-

Me volví a sentar a su lado, impotente.

-No sé porque pero... esta situación me frustra tanto como me confunde. Te odio pero, soy incapaz de gritarte; te amo pero te odio; sería capaz de morir por ti pero...-le miré fijamente-sería incapaz de matarte, Estegio; porque simplemente, te amo.

solamente suspire levemente -pues en el armageddon. tendras que matarme ok?- dije amablemete mientras toca su rostro

Negué con la cabeza, horrorizada.

-Si hiciera eso sería como... clavarme una estaca en el corazón, Estegio-sentí como se me humedecían los ojos.-Yo no quiero eso... comprendeló, por favor. Yo...-me abracé a él, superando la distancia que ambos habíamos conservado hasta ese momento, llorando.-No puedo hacerlo... por favor...

levante la cabeza de jeann mirandola a los ojos -si puedes- dije poniendo una mano suya en mi corazon -solo tienes que golepar aqui y ya estare muerto- dije de forma sencilla y como un niño lo diria

Retiré la mano horrorizada, negándome.

-Me prometiste que seguirías a mi lado, que... no permitirías que nadie te matará... que... que... sobrevivirías por mi. Me estás pidiendo que... te mate y yo.... no soy capaz, Estegio, no lo soy. Si mueres yo... yo... moriré. ¿no lo comprendes? Si tu mueres yo moriré de tristeza.