era del armageddon

-no lo haras- respondi yo -eso lo se bien. no lo haras-

-¿Cómo puedes hablar así, Estegio?-le pregunté-No te comprendo...-le miré para desviar la mirada hacía el frente y finalmente devolvérsela-Es como si... pudieras ver el futuro. Te adelantas a los hechos y pareces muy seguro de ti mismo pero... no sabes nada de mi, nada.

-pues digamos que ya veo mi futuro. y no es bueno. y si te conosco jeann. es pasado mas de la mitad de esta aventura o desgracia como quieras llamarla contigo- dije respondiendole de frente -asi que te conosco mucho-

Lentamente fui acercándome a él y finalmente le besé. Le besé con dulzura, lentamente mientras mis manos y mis brazos, se iban entrelazando con su cuerpo para saciarme de él. No daba crédito a la gran cantidad de amor que aun tenía por darle.

la verdad no esperaba un beso asi de jeann. mas solo sentia mis brazos rodearla y mi deseo de querla. mientras cerraba mis ojos lentamente

-No sé porque el destino es cruel con nosotros dos pero...-hablaba en susurros a escasos centímetros de sus labios-... te seguiré amando, Estegio.-Y continué besándole de aquella forma.

-si lo se- dije mientras respondia aquellos besos -se lo cruel que puede ser el destino a veces-

Jeann le miró y luego desvió la mirada hacía su estómago.
Se acarició el vientre y luego elevó la mirada hacía el cielo.
-Pronto habrá tormenta-susurró.

-lo se- dije comodamente -me quedare aqui a sentirla- dije mientras me recostaba -tu si quieres puedes irte-

Negué con la cabeza.
-Soy incapaz de moverme de tu lado pero...-cree un caparazón de diamante para mi, que se amoldaba a mi contorno a la perfección-... tengo mis propias formas de protegerme.

-no quieras- dije viendola a los ojos -incluso con tormenta este lugar es hermoso no crees?-

Se escuchó el primer rayo y me estremecí para luego asentir.
-Es incluso mejor que la Tierra-suspiré, no quería volver a tener aquellos negros pensamientos.

-a que te refieres con eso?- dije extrañado. tenia una cierta sonrisa depsues de escuchar el rayo. supongo que porque era mi elemento no lo se

-Por...-agaché la cabeza-... aquí todo es más natural, menos contaminado.-intenté explicarme-en la Tierra es... aquí hay mucha paz y me hubiera gustado crecer aquí, vivir aquí si... mi pasado no hubiera sido el que fue...-susurré y mi voz apenas se escuchó tras un fuerte trueno seguido por otros. La tormenta se desataba.

abraze fuermente a jeann apesar del campo de diamante. -todo va a estar bien...eso lo se-

-No... no va a estar bien si quieres que te mate, Estegio... no va a estar bien...-sollocé y la tormenta desató su furia con lágrimas de nieve.

-lo estara porque te conosco jeann- dije de forma sencilla y calmada -en verdad de conosco-

Ella le miró y continuó abrazándole

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-Havik... ya no puedo más por favor... hagamos una pausa, por favor-le suplicó de rodillas en la arena-Llevamos así tres días casi sin descanso, por favor...

havik agarro el rostro de winslet y le conecto un gancho.entonces abrio un portal -vos vamos a edenia. ahi permaneceremos hasta la gran batalla-

(Winslet)

Le seguí y caminé detrás de él mientras ocultaba mi rostro en la capucha de mi capa.
Mientras seguía a Havik me acordaba de Eome y de cuando conocí a mi hermana.

-"Jeann"-pensé con pesadumbre-"¿Qué haces pequeña?"-le pregunté con la mente, aunque sabía que ella no me contestaría.

-debes entender que ya no vale tener la cara cubierta pues ya es tarde para dejar de ser quien eres- dijo havik -un clerigo del caos-

(owo creo que me perdi en el asunto de la cara de Winslet, alguien me explica x)?)

(Winslet... hace un tiempo atrás, mató a su hermana y Estegio furioso, le lanzó un rayo al rostro que se lo desfiguró totalmente. Jeann se salvó gracias a un espíritu que ya está muerto y por culpa del cual, ahora Estegio y Jeann están como están.)

(Winslet)

Miré a Havik y poco a poco me fuí apartando la capucha del rostro hasta que quedó totalmente a la vista.
-Havik... -Le pidió agarrándole de la manga de la chaqueta del otro.-Dame una máscara-exigió.

-a un clerigo no se le exige nada y ordena nada- dijo havik -es asi de simple-

(Winslet)

Miré a Havik con profundo odio y le propiné una buena derecha en todo el rostro.
-Debes saber ya cuanto te odio, ¿no?-le espeté andando hacía ninguna parte, aunque sabía que quizas Havik me golpearía más fuerte.