era del armageddon

-si lo se- dijo havik mientras se reia a carcajadas. winslet sabia que era inutil razonar con un ser que ve solo es caos como razon de existencia

(Winslet)

-¿Dónde está el portal, Havik?-le preguntó-Allí está Jeann, tal vez pueda tener una última charla con ella antes de...-agachó la cabeza- del Armageddon.

-para que?. para que vea tu rostro o atacarte porque intentaste matarla?- dijo el clerigo -o tal ves para asegurarte de que este muerta o vengarte del tipo que te dejo asi?-

(Winslet)

Miré a Havik y asentí. Él tenía razón aunque yo aun no sabía por cual de todas empezar.

Quizás vengarme de Estegio no iba a estar tan mal al fin y al cabo. Tal vez podría dejar a Jeann para más tarde.

-pues busca tu- dijo havik -me voy a esparcir el caos. estoy seguros que los encontraras total ¿no eres el elegido del viento?-

(Winslet)

Le miré y luego empece a buscar la salida para irme de ahí o me volvería más loco de lo que ya estaba.

Después de dar vueltas sobrevolando aquel mundo extraño, encontré el portal al cual accedí.

Tras varios intentos accedí a Edenia y lo miré maravillado.

(OMFG me pierdo un monton de cosas o-o,, pero aunque no postee ultimamente si leo lo que pasa, solo si es demasiado que leer pido resumen xD)

-hay un gran viento- dije a jeann -demasiado curisoso no crees?- pregunte mientras mantenia mis brazos entrelazado con su cuerpo

-Puede ser...-susurré hasta que una rama de un árbol impactó contra mi escudo protector. -... ¿Winslet?-pregunté poníendome en pie, perpleja.

-no..no esta cerca...mas esta aqui en edenia- dije sin preocuparme -pero que mas importa-

-Tormenta...-sonrei con felicidad-llevalé este mensaje a tu elegido-y lance un huracan hacía Estegio.

(Jeann)

-Aun así es él y... algo se acerca, está planeando algo-susurré-la tierra lo siente, Edenia entera lo siente...

-lo se- dije calmadamente -pero no se atrevera a una confrontacion directa al menos no aun. pero si algo debe entender es que la electricidad es el unico elemento indestructible-

Me encogí de hombros y miré hacía el frente.

-La verdad... ¿De qué Jeann te enamoraste?-le pregunté de golpe.

-a que te refieres?- pregunto yo ahora extrañado por la pregunta que hacia

-De la Jeann inocente, de la Jeann deprimida, de la Jeann guerrera... ¿De cual de todas te enamoraste?-le pregnté

-de toda y de ninguna en particular- respondi. yo con una sonrisa

En ese momento sentí que algo tiraba de mi hacía atrás con mucha potencia. Traté de aferrarme a Estegio pero el viento era más potente que mis fuerzas y me arrastró unos metros hacía atrás. Con el viento llegó la voz.
-Prepárate Estegio. Te haré pagar lo que me hiciste-Y luego una risa maquiavélica se dejo oir hasta que el huracan pasó. Miré a Estegio, sabía quien era el dueño de la voz.

-asi que eres tu- dije levantandome con normalidad -era cuestion de tiempo para que aparecieras clerigo- dije alzando la voz

-¿Por qué no me soprende veros juntos?-preguntó de repente mi hermano, apareciendo de la nada. Cruzó sus brazos enfrente de su pecho y nos miró pero había algo extraño en su mirada y ese algo me dio miedo. Me acobardó.

-No peleeís-les pedí, aunque sabía que no me harían caso.

-lo que me solprende es verte vivo- dijo estegio -y cada ves mas loco como para atreverte a atacarnos ¿que no te basto la ves pasada?- le dije mientras esperaba que presentara su gran y caotica figura. pero seguia sin verlo

-Es divertido el viento, ¿no?-le preguntó a escasos centímetros del rostro de Estegio.-Contempla en qué me has convertido, estúpido.-espetó a Estegio, como queríendole provocar mientras se quitaba la capucha y la capa que ocultaba la "x" de su pecho.

Me llevé una mano a mi rostro y lo volteé.
-No eres mi hermano-susurré.
-¿Qué no soy el qué...?-me preguntó acercándose a mi.
-Que no eres mi hermano, mi hermano no es así...
-Esto es en lo que me ha convertido papa, Jeann. Soy igual que él, vete acostumbrando.

-que te converti en eso- dije a mi mismo mientras lanzaba un carcajada -eso es lo que eres clerigo. asi fuiste siempre desde que hotaru debio llevarte a tu merecida muerte hasta que aceptaste llevar la misma vida que el desquiciado de havik-dije mientras cada ves mas me acercaba -supongo que ahora que aceptaste ser un clerigo del caos te debes llevar bien con el....no?-

-Eso a ti no te importa, Estegio-le espetó furioso.-No sé como podeís seguir juntos... dais asco.-Espetó y una bola de tierra impactó en su pecho.
-Que te calles, miserable-le espeté furiosa-No sabes nada de sentimientos.

-claro jeann y yo damos asco...lo dice el de la cara quemada- dije riendome -creo que deberias ver lo que te queda de cara en un espejo antes de hablar-

Una mano se cerró en el cuello de Estegio y lo apretó.
-Sé perfectamente como tengo mi cara, Estegio-y lo lanzó contra un árbol desapareciendo de la vista de ambos.