La piedra del deseo.

-¿Por qué tengo la sensación que voy a morir?¿Por qué mi instinto me grita a los cuatro vientos que me vaya, que me largue y no vuelva nunca? ¿Por qué siento la necesidad imperiosa de que una catástrofe de grandes dimensiones va a suceder?

-porque- dijo el rey funerario con una voz de ultratumba -déjame decirte por experiencia propia que...la catástrofe de la que hablas no esta apunto de comenzar....ya ah comenzado. y eres parte de esto aunque no lo quieras- sentencio mientras en el salón reinaba un aire de silencio digno de un funeral

Agachó la cabeza y crispó un puño, sin saber como debía sentirse ni que debía sentir.
¿Alegria, rechazo, miedo, cobardia, rabia, impoténcia, frustración?

Levantó la cabeza y, cuando lo hizo, Razios vio la mirada que Nathal le dedicara cuando estaban en aquella habitación conquistada a los natares: la mirada de quien sabe que va a morir, que se encuentra desamparado y que busca auxílio en un trozo de madera mojada en mitad del océano después de un naufrágio. El miedo a la propia muerte anunciada, que se conoce... esa mirada de quien, desesperado, se aferra a su verdugo para hacerle cambiar de opinión.

"Me curaste y sé que tengo una deuda para contigo pero, no me quitaste este miedo irracional; lo siento". El mensaje le llegó alto y claro a la mente de Razios mientras el contacto de sus miradas, de tan solo unos segundos, se mantuvo.

-!realmente creen ustedes que el tiempo les dará una oportunidad¡- dijo un eco en la torre -pues déjeme mostrarle lo ilusos que son...- dijo mientras un destello dorado caía hacia ellos y se clavaba en la mesa:era una daga pero no cualquiera sino la daga natare de erik que brillaba como nueva. una ves mas la cordura de todos ahi era puesta a prueba mientras sentían que había algo mas allá de su control. pues siempre había algo mas allá de ello

Nathan miró a su alrededor. A su expresión de angustia se le sumaba la expresión del terror mismo.

-¿Quién hay ahí?-preguntó.

-muéstrate- dijo razios mientras trataba de buscar al ser en vano. parecía que solo había dado una advertencia o posiblemente solo su mente le estuviera jugando trucos....tal ves. razios molesto miro la daga:lucia como si hubiera sido creada hace unas horas y eso amenazaba la cordura de razios como tal. el druichii odiaba eso como nadie mas en el mundo

-¡¡¡Muéstrate!!!-gritó Nathal.

-Dejalo-dijo Elrik sentado en un trono medio de oro medio de madera, era el que mejor conservaba la calma en ese momento.-No saldrá por mucho que le llames... eso-señaló la daga-es una prueba.

-si esa daga- dijo razios apoyándose en su trono -es tu daga erik y aparentemente esta como nueva. supongo que ya saben lo que esto significa cierto?- dijo mientras ese misterio se unia a la larga fila de otros que tenian. cosa que al druichii le empezaba a impacientaba de gran manera.

Elrick le miró y se levantó para acercarse a la daga. Al instante reconoció los símbolos iguales a los que tenía la de su madre y, alargando una mano, la tomó.

-Es la mia-confirmó.

-bueno- dijo jaina interrumpiendo todo -aparentemente llego otro aliado- dijo esta mientras escuchaba unos pasos venir. la criatura en cuestiona era alta mas que todos ahi. ademas era solo humanizado en la parte de arriba de su cuerpo la cual era musculosa y estaba cubierto de dos guantes de madera. tenia el pelo verde como el bosque y ademas tenia los ojos dorados. la parte de abajo era como la de un ciervo o un caballo con gran pelaje cada paso que daba era acompañado con una porción de vegetación y parecía inundar el aire de vida -nathal supongo que debes haber escuchado de el. es cenarius el semi-dios druida- .

Al verle llegar, se incorporó y le hizo una reverencia para luego sonreirle.
-Me llamo Nathal y soy una semi-asarai druida. Para mi, es todo un honor conocerle al fin, Cenarius. Mi abuela Iore fue una asarai druida y, una vez me habló de usted en sueños, aunque yo era una niña.-Se llevo una mano al corazón.-Ella aun mora conmigo.

-y no es el único- dijo mientras otro ser venia. del mismo tamaño que razios tenia el cabello negro y ojos verde brillantes los cuales nathal noto al instante. una piel lisa característica de los elfos pero la contextura de los humanos dando a entender en cierta pero no igual forma tenia cierta similitud con la procedencia de nathal y everton:era un semi-elfo mas correctamente un semi-asur y uno importante pues se notaba en la armadura de color rojo y negro con bordes dorados que formaba su indumentaria y el aura de poder que llevaba alderredor. era un semi-elfo importante y para nathal que siempre habría creído que los semi-elfo siempre serian visto como algo menos que parias. era asombroso y increíble -el es arathor el redentor-

Nathal le miró y no supo como reaccionar, ¿asombrada, perpleja?

-Es todo un honor conocerle, señor-dijo Nathal dedicándole una reverencia.

Everton no se movió de su sitio, más humano que elfo, no sabía como reaccionar.

-ishmalah* elfa del bosque- dijo este mientras se sentaba y su trono era onix con telas finas a su alrededor. y cesarius al ser muy grande sencillamente no se sento. -esperen que no son los únicos- dijo mientras llegaban otros 3. una era una elfa de cabello rubio y ojos azules. con una piel blanca inmaculada y de gran belleza.vestía una armadura blanco y azul que se ajustaba con su cuerpo. mas a pesar de que sus aliados la miraban con seguridad ella estaba inquieta. sentada en su trono de marfil con símbolos del legendario fénix alrededor. miraba a razios quien su expresión era la misma hacia ella y con buenas razones:ella era una asur,una alta elfa y por lo tanto la antítesis directa del sombrío y despiadado druichii

el otro era un enano. vestido con una armadura de sorprendente diseño pero rudimentaria para el gusto de nathal. como todo enano llevaba una gran barba rojiza y un hacha un poco mas grande que el. se sentó en su trono hecho como era de esperar de piedra. reflejando una arquitectura tosca pero eficiente el solo miraba a todas parte mientras tomaba cerveza

el tercero era mas pequeño que el enano. si es que eso es posible y aunque pareciera sorprendente lo era:un gnomo. una criatura de estatura un poco mas pequeña y de cara mas risueña y alegre que el enano. a pesar de la elegancia de su traje se notaban mucho las herramientas haciendo notar que era mecánico ante todo su trono apesar de su tamaño era grande ello de piezas mecánicas que nadie entendia y nadie se esforzó por hacerlo

toda una coleccion de seres vario pintos estaba reunido ahí mismo en la torre oscura. aparentemente bajo el mismo ideal pero la pregunta era....¿cual?

*:una forma de saludo formal basicamente significa saludos en elfo

-Ishmalah-se lo devolvió. Y luego, observando la sala y sentándose de nuevo, miró al techo de la torre para dirigir una plegaria al cielo.

"Papa y mama, ojala estuvieraís aquí para guiar mis pasos entre tanto caos y oscuridad" pensó sonriente.

-bueno están todos o al menos la mayoría los representantes de bretonia y el imperio llegaran mas tarde- dijo la hechicera mientras se sentaba -supongo que todos aqui saben el porque esta alianza cierto?- dijo mientras un silencio casi funerario se apoderaba del reciento. mientras alguien esperaba a que alguno hiciera la pregunta que todos querían hacer pero ninguno se atrevía

-Jaina, ¿por qué esta alianza?-preguntó Nathal de repente, rompiendo ese sórdido silencio.-Sé que muchos sucesos estan sucediendose a la vez, muchos sin explicación alguna. También sé que hace milenios, antes de aparecer en este tiempo, se hizo una alianza igual o parecida en la que prometí deshacerme de la Piedra del Deseo. Así empezó esta aventura para mi y para Elrik, el semi-natare que me acompaña y quizás también para Razios, el druichi. Solo llevo un deseo en el corazón y es el de hacer libres a pueblos y naciones, libres de la codicia y de la esclavitud que supone la existencia de la Piedra del Deseo. -Calló y miró a todos.-Sé que solo soy una semi-asarai pero....-miró a Arathor-incluso una raza que ha estado menospreciada durante siglos -miró a Elrik, quien se encogió por la fuerza de su mirada-puede llegar a ser algo y quiero, que mi palabra sea tomada en cuenta. Sé que mis vestimentas son asarais y les agradeceré eternamente que me acogieran entre sus brazos pero, no puedo olvidar mis raices, las raices de un pueblo asarai y las raices de un pueblo britanno. -Desenfundó su espada y miró a todos los presentes ahí reunidos, finalizando en Jaina.-Por la sangre que corre por mis venas, prometo ser fiel a esta Alianza de civilizaciones dispares prometo ser fiel hasta que el destino quiera llevárseme con él.-Bajó la espada para volver a levantarla-¡¡¡Escuchad pueblos!!! Derrotemos al mal y olvidemos nuestras diferencias, aliénse los corderos con los lobos y los enanos con los elfos, los druichis con los asurs y los druidas con los magos, unámonos porque de nosotros depende el ser libres para siempre.

-!pues que hermoso discurso¡- dijo una voz cortante en una dirección diferente de la anterior. nathal pudo ver a su contraria:luna ensangrentada y herida y con un mirada que solo expresaba locura y odio atreves de todo su ser. -!quieres saber la razon de todo esto¡. de toda esta maldita guerra pues te digo que la culpa de tu maldito abuelo¡-. dicho esto salto con las fuerzas que solo el odio puede dar y ataco a nathal mas su espada.mas ella no logro tocar la piel de la semi-elfa pues. otro ente mas había parado el ataque suspendiendo en el aire a luna con una fuerza desconocida. nathal reconoció a este ser. mas no de sus recuerdo sino de otros

era razios el quebrantahuesos en carne y hueso el que había salvado a nathal

-A...-no alcanzó a decir nada más, sintiéndose de repente sin fuerzas. Sentándose en su sitio pudo controlar el temblor que sentía en todo su cuerpo. Por fin le veía, por fin le conocía y con la peor de las noticias-A... -negó con la cabeza-Razios-volvió a negar, no sabía como dirigirse a él-¿Es eso verdad?-preguntó al fin sintiendo como sus ojos se inundaban de lágrimas.-Dime que no, por favor.-La espada había resbalado hacía el suelo como si su dueña, hubiera sido alcanzada por un rayo.

-no solo eso- dijo otra voz mas familiar a nathal -sino que ademas ah manipulado a todos aquí para que nos enfrentemos en esta guerra. se podría decir que el origino este conflicto usando la piedra del deseo- dijo nada mas y nada menos que baritor el nombre que nunca debió existir. su cuerpo daba muchas heridas y su cara mostraba una gran inexpresividad. el ser que era baritor ahora quedaba olvidado en ecos del pasado y este mas frió había tomado su lugar -dime. ¿porque los 13 caballeros se han separado y tomado caminos diferentes?. o mejor dicho ¿porque no admiten que la piedra esta comenzando a perder su poder?- dichas acusaciones no tuvieron respuesta el druichii miro al otro de mismo nombre y solo digo -estas condenado druichii- y acto después desapareció en el aire sin ninguna respuesta y mas preguntas que antes

Nathal no pudo soportarlo más y empezó a negar con la cabeza.
-Razios, Razios, Razios...-empezó a llamar-¡¡¡¡Razios!!!!!-gritó y una llamarada de fuego la envolvió y, cuando se extinguió, ahí estaba Nathal transformada, con sus garras en manos y pies, sus orejas lobunas y su cola de lobo de fuego. De esa guisa, miró a Luna y a Baritor y luego a Razios, su queridísimo Razios para caer arrodillada al suelo con la cabeza agachada y completamente normal, producto de la cicatriz de hielo.

Así estuvo no supo cuanto tiempo y finalmente se incorporó y miró a Cenarius, incorporándose.
-Por favor, Cenarius. Enséñeme todo lo que sabe de los druichis, enséñemelo antes de que me pierda a mi misma, por favor-Le pidió-Enséñemelo y aprenderé a conocerme a mi misma, por favor-le suplicó.

cenarius no dijo nada. de hecho nadie dijo nada -si aun te crees que puedes manejar el druidismo- dijo el viejo druida avanzando al lado de cenarius -vendrás conmigo mañana en la mañana para aprender- dicho esto. todo el ambiente parecía quieto y por fin había una cierta tranquilidad que era apreciada ahí. luna callo despues de unos segundos mas y baritor la recogio -cuando estemos en mejores condiciones hablaremos con ustedes- ambos se retiraron. ahora solo el grupo permanecía ahí y era hora de hablar de lo que realmente sucedía en esa isla y el como iba a empezar esta guerra de una ves por todas

-Muchas gracias, señor-dijo tras hacer una reverencia y luego, volvió a ocupar su asiento.
La verdad, no sabía si era realmente una druida porque sus conocimientos eran vagos y pequeños, minúsculos pero quería probarlo, quería demostrarse a sí misma qe podía con ello.

-como eh dicho los enemigos atacan:de todos lados y de todas direcciones. las barreras de lo racional y irracional se mezclan y desaparecen permitiendo a los demonios aparecer aquí de nuevo. entre ellos un señor del pozo:un demonio capaz de corromper a toda criatura y que ama la sangre por sobre todo. ahora esta aqui y ah decidido acabar con toda criatura posible para el deleite de los dioses oscuros. al mismo tiempo de un lugar desconocido han llegados mas seres conocido como el colectivo. poco se sabe de ellos y no parecen tener ansias de destrucion contra nosotros sino contra algo en especifico pero no sabemos que- dijo la hechicera mientras se sentaba -y ellos solo son la punta de lanza de este conflicto- dijo ella suspirando

Nathal tembló pero supo contenerse de demostrar más miedo del que ya demostraba inconscientemente.

Elrik, por su parte, solamente hacía esfuerzos para no huir de ahí mientras Everton miraba ahora a unos, ahora a los otros.