La piedra del deseo.

Después de mucho deambular, finalmente encontró a unos sobrevivientes y llamó a Elrik, quien empezó a curarles, mientras ella les daba agua que portaba encima.
-¿Cómo os llamaís?-les preguntó dulcemente, eran unos niños.

-olvidalo- dijo un hombre que habia sobrevivido y que apesar de todo no bajaba su arma -no pueden hablar. creo que es por el trauma sufrido- nathal lo vio a todos los sobreviviente. dos hombres con armas, dos mujeres y una de ellas es una anciana y 3 niños que no hablan. nathal se solprendio que sobrevivieran pero al menos se sintio segura de que no todas la vidas se hubiera perdido

-Sé como se deben sentir...-susurró Nathal, quien estuvo callada durante un mes después de la muerte de su madre, para ella todo un trauma. Acariciaba la cabeza del niño que tenía más cerca.-Ojala hubiéramos llegado antes...

-pero no lo hicimos- dijo razios apareciendo su presencia alerto a todos. tipico era un druichi y aunque ellos eran ignorantes de lo que era un druichi sabian lo suficiente como para temerles. -vamonos ya nathal no hay nada mas que hacer aqui- dijo este de tono frio y sin sentimientos

Se sorprendió del tono usado por Razios y luego miró al anciano.
-Denles amor, es lo único que necesitan-Se incorporó y siguió al elfo oscuro, al igual que Elrik quien había terminado de curar a todos los heridos. -¿Por qué eres así?-le medio regañó Nathal al druichi. -Esas gentes han sufrido mucho, necesitan consuelo.

-consuelo que nadie les va a dar ademas los niños ahora solo quiere y solo necesitaran una cosa- dijo el druichi aspirando hondo -es sencillamente venganza. nada mas y nada menos- las palabras sonaban duras y parecian que hubiera un eco en ellos pues para nathal se repetian en su mente de menra molesta

-La venganza solo trae odio, dolor y más guerras, Razios. No creo que sea lo que necesiten, la verdad. ¿Has mirado profundamente en sus ojos? Porque yo sí y lo único que sus almas gritan mudas es que haya paz. Paz y tranquilidad para que puedan jugar, aprender en libertad. Si el odio nace en ellos, jamás viviran tranquilos. -Y se silenció para recordar cuando su madre le enseñaba eso.


-Nathal, mi vida, tranquilízate. No dejes que el odio te corroa, mi vida. Debes ser fuerte...
-Pero, pero... lo ha matado mama, lo ha matado...
-Lo sé mi vida, lo sé...-y sintió los tiernos brazos arededor de ella, mientras se incorporaba y la se llevaba lejos de la escena que acababan de vivir.

-vivir creyendo que puedes olvidar lo que paso es imposible eso debes saberlo- dijo razios contestandole -yo eh vistos sus ojos y veo la chispa de que nunca estaran tranquilo y menos en un mundo como este no hay de otra. la venganza esta presente y siempre estara presente- dijo el druichi respondiendo en tono duro como queriendo enseñar a nathal algo porla mala

No dijo nada, se calló y miró al frente. Sabía que Razios tenía razón, pues ella había actuado con furia vengativa contra el sátiro, pero el simple hecho de ver a esos niños acumular en su interior el odio, simplemente no era concebible para ella.

razios vio en el suelo. la espada que un guerrero bretoniano debio empuñar en el combate. agarrando la espada la arrojo no al niño sino a la niña pues en el decia que la mujeres retienen mejor la venganza que los hombres. -recuerda nadie te ayudara a partir de ahora. has muerto y ahora solo un ser consumido por la venganza es el camina. una muerta en vida- la niña lo acepto con silencio. razios parecia duro pero el era solo un reflejo de la reglas del mundo. solo el fuerte sobrevivie. y el debil no debe mostrar su cara. esa era la filosofia druichi

Crispó el puño y siguió andando, sin voltear atrás, nada más avanzando, tratando de olvidar todo lo que tenía en la cabeza. Pues solo dos palabras rondaban su mente: "Druichi y Razios". Sin darse cuenta empezó a llorar en silencio, a llorar por la infancia perdida de esa niña, de esos niños, por la crueldad de la guerra, por la misma muerte y por la inexistencia de la paz.
-Razios-empezó con voz trémula-no creo poder soportar esto más tiempo-le susurró. Cerró los ojos y luego, lo miró con la mirada empañada-Yo no creo que tenga sangre Druichi. No soy como tu, no soy tan dura... a duras penas logro no derrumbarme en estos momentos ante, tanta crueldad. Creo que soy una media elfa del bosque al cien por cien. Lo siento.

-sabes- dijo razios mientras caminaba -es mejor asi- dijo este de manera fria y luego las siguiente plabras fueron como si a nathal le enterraran una espada en el corazon -porque creo que te odiaria si fueras mas druichi que asarai-

Nathal le miró y le abrazó fuertemente, para luego continuar andando.
A pesar de que las palabras de Razios le habían dolido, al menos ahora sabía algo más sobre Razios.
-¿Por qué... me odiarías?-le preguntó levemente dolida y asustada.

-puedo ser un druichi pero mi infancia siempre ah sido. horrible creme que la vida de los druichi es la mas fuerte de los elfos. creci en entre la ley del mas fuerte con una madre que no era nada mas que una esclava. sencillamente no fue facil-

-Lo siento mucho por ti, Razios-trató de ponerse en su situación.-En fin... ¿dónde vamos ahora?-le preguntó para cambiar un poco de tema.

-pues- dijo viendo a los refugiados poniendose a salvo -solo queda marchar aun nos queda otro clan de nombres bestia y luego si hay tiempo nos reuniremos con lso enanos para combatir a los orcos- dijo esto raizios fue rapido en un intento de huir de sus recuerdos. sin ningun exito

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