La piedra del deseo.

Nathal agachó la cabeza, incapaz de sostener aquella mirada.

el ojo miro a nathal y luego miro a magnus. y antes de hacer algo magnus logro sacarlos rápidamente de ahi. o al menos en teoría. ellos volvieron y magnus al sentir su cuerpo fisico. se sintio perturbado. muy perturbado

Jadeó, como quien corre mil leguas sin detenerse y cayó tendida al suelo.

-¿Qué... era... eso?-preguntó como pudo.

-una de las mas horribles entidades que existe- dijo magnus casi como si temiera que el ojo lo estuviera mirando ahora mismo

-Sentía como si... me aplastara, me robara la identidad...

-era Tzeentch. el que cambia las cosas,el tejedor de destinos el que manipula lo eventos a su favor- dijo magnus con voz temblorosa -el dios del caos del cambio-

Se estremeció de solo oirlo.

-¿Y Hur?-le preguntó, con miedo.

-no lo se- fue todo lo que pudo decir magnus agotado -no lo se..-

Soltó el martillo de Hur y se le acercó, abrazándole.

-Gracias por intentarlo, Magnus-le sonrió afectuosamente.-Gracias.

-toma- dijo magnus entregandole un brazalete -impedirá que el dios del cambio y sus demonios te vean..por algun tiempo. ademas te permitirá mejorar tu telepatía -

Nathal asintió y se lo puso, sintiéndose ligéramente extraña.

-¿Podría ir a ver a Razios?-susurró.

-claro. yo me quedare aqui a pensar un rato- dijo mientras trataba de tranquilizarse. algo en el espíritu de magnus estaba realmente intranquilo

Enseguida llegó donde estaba Razios descansando y reposando, o eso creía ella.

razios estaba de pie. mas o menos. con la prótesis del brazo y su pierna ajustándose. era doloroso y incomodo. pero no iba a quedarse atrás. de ninguna manera

Cuando le vio se quedó algo en shock pero enseguida se recuperó.

-Esas me gustan-Le sonrió desde la puerta, abrazando su brazo izquierdo con la mano derecha. Estaba en la puerta, sin moverse siquiera.

-aun me cuesta- dijo tratando de cerrar los dedos de su mano. sin éxito -realmente va a ser difícil de ahora en adelante. muy dificil- se dijo a si mismo con frustración

Se acercó y le puso su mano en la mano de la prótesis.

-Nunca te abandonaré, así que no dejes de pelear. ¿De acuerdo?-le pidió.-Algún día volverás a ser el Razios que conocí al inicio de esta aventura.

-aquel era duro y malo contigo?- dijo razios riendo un poco. luego de eso y al ver que no obtener nada. golpeo la pared fuertemente con su prótesis -nada de dolor...absolutamente nada de dolor-

Nathal le vio y agachó la cabeza.

-No me refiero a ese que era malo conmigo, sino... al Razios que me enseñó todo lo que sé.

-ya no estoy en posición de enseñarte algo. apenas si puedo estar de pie- dijo mirando la prótesis de su pierna -nada de dolor..nada- susurro levemente mas para si mismo -yo me quedare un poco mas de tiempo aqui. tengo algo que hacer-

-Algun día volverás a moverte con agilidad.-Trató de animarle.

-realmente eso espero- dijo razios mientras trataba de entender a esas malditas prótesis. eran realmente una maldición para el

Nathal le miró.

-¿No te explicaron como iban?-le preguntó, algo extrañada.

-es solo que...no siento dolor cuando golpeo algo...no siento nada- dijo el elfo oscuro mirando su mano falsa

-No sé que pueda ser eso, Razios. Si quieres le pregunto a Magnus, no sé.