era del armageddon

La burbuja parecia estan intacta por un momento, pero en seguida un brillo intenso salio de ella destruyendo una parte. Sali volando envuelta en llamas blancas, ardientes como las estrellas.
-Ese fuego no es dependiente de otros elementos, ya no mas - dije firmemente, con el brillo rojo en mis ojos -Es parte de mi propia energia, viene de mi alma, la unica forma de apagarlo... seria matarme- seguido de eso cree un remolino a mi alrededor saliendo disparada como cometa en direccion de Jeann.

Creé una pantalla de diamante frente a mi para protegerme del impacto. No sabía como debía matarla, ¿cómo se mata al fuego que nace de uno mismo sino es quitándole el aire? No lo sabía y no tenía nadie que me orientara. Elevé mi mirada y observé la pelea entre Winslet y Eomer y crispé los puños. No debía encolerizarme o... ¿quizás sí? ¿Sería digno destruirlo todo?

Casi rebote al chocar con el diamante que Jeann habia invocado, sin embargo agarre presion en mis musculos empezando a empujar ese escudo con todo mi cuerpo. Creo que en esos momentos no estaba usando la mente, mas bien era un instinto.

-No podrás... quitarme el escudo.-Llevé mis manos al frente y empujé el escudo, contrarestrando con facilidad la fuerza ejercida por Rita mientras, en mi interior, se fraguaba un ataque.

Frunci el ceño mientras hacia que mis llamas blancas llenaran todo el espacio posible alrededor, senti una fuerza proveniente de Jeann, no sabia lo que era pero cargue mi poder al maximo.

Mire a mi rival con rabia, era pensar rapido o no poder volver a pensar, inmovilizarlo era la vía más corta y efectiva, podría clavar mi espada directo en su pecho y luego apollar a mi indil
"su sangre" pensé, claro, el agua, congelaría su sangre, era dificil, pero me daba tiempo para atacar antes de que la sal natural del líquido lo derritiera.
me quedé parada con la manos caidas, necesitaba concentrarme, esperé a que inalara y congelé las particulas de agua dentro de sus pulmones.

-maldición- dije mientras sentía el frió abrazar todo mi cuerpo y como poco a poco perdía la sensibilidad en todo mi cuerpo. tenia que hacer algo antes de ser una burda estatua de hielo. en ese momento me acorde de lo que me enseño raiden. que había electricidad en todo el cuerpo y que estos pequeños choque causaban reacciones en los nervios en el cerebro mismo. no tenia nada que perder asi que trate de concentrarme para causar descargas a su centro nervioso. era ver quien era mas rapido. si ella al congelar mis pulmones y ahogarme en mi propia sangre o yo en destrozar sus sistema nervioso y paralizarla totalmente

sentí como si me quemaran la nuca, algo ocurría, eso era, estaba usando la electricidad de mi cuerpo ¿que podía hacer?, extendí el hielo por sus piernas y su cuello, pero entre el ezfuerzo que requeria y la paralisis que comenzaba a sentir, me parecia obio que no duraria mucho, el ultimo paso, comence a cristalizar el líquido de sus ojos, no sabía si funcionaría, pero no debía ser la mejor de las sensaciones

tenia que acabar con esta mierda de uan ves por todas. asi que solo se me ocurrió algo:concentre casi toda la energía que podía y golpeando el suelo hice que un trueno cayera entre nosotros dos. ambos salimos volando mientras podía sentir la carne quemada de mi cuerpo en contraste con el frió que sentía. era algo suicida. pero al menos podia estar mas seguro de ella. o al menos eso creo yo

caí desplomada al piso, aun sentía mi cuerpo contrayendose, estaba sufriendo espasmos, pero no podia evitarlo, y estaba demaciado canzada para intentar levantarme, conjelé el suelo a mi alrededor, cuando dejé de saltar y mi corazón comenzó a latir regularmente, me levanté lenta y tediosamente, miré mi cabello las puntas se habían chamuscado, tenía un par de quemaduras en la espalda, dolía increíblemente, usé el agua del aire para hacer una delgada capa de nieve sobre las heridas, cuando volví a estar atenta cubrí todo mi cuerpo con nieve, no blanca, una delgada capa de cristales conjelados cubría mi cuerpo, suficiente para que los golpes electricos no lograran atacar un solo punto y se repartieran por todo mi cuerpo, ademas no me quemaría.
-no me agrada esa sensacion
aunque estaba canzada continué con lo que estaba haciendo, comencé a acumular y acumular el agua del aire

Me ahogaba y necesitaba respirar a pesar de estar dentro de un escudo de diamante. Me ahogaba. Necesitaba hacer algo y de forma muy urgente pues no aguantaría mucho tiempo ahí arriba de esa guisa encima del dragón de adamantium. Cerré mis ojos y me olvidé de todo lo que estaba a mi alrededor, me despojé de esos sentimientos de odio y crueldad, maldad y asesinatos y volé lejos, muy lejos... lejos en el tiempo y en el espacio, cuando apenas era una chica que acababa de conocer a su indil, el guia que un día, se volvería indispensable para mi.
Ahí estaba ella y mi otra yo, esa Jeann inocente y carismática, tal vez un poco infantil y observé como me tumbaba en la tierra y reviví de forma muy vívida, aquel primer contacto con la madre naturaleza. Sonreí y supe, que podría hacerlo.
Recargada como estaba de energías positivas, levanté los brazos hacía delante e hice una rueda en el aire, una rueda que lancé contra Rita a aquien apretó estrujándola con fuerza. No podría romper la barrera, esa era mi esencia.

cai rodando de un lugar a otro. mientras recuperaba lentamente la conciencia. me di cuenta de que habia funcionado. me sente por un momento y usando la electricidad logre desentumecer mi cuerpo lo suficiente. rasgaba mi camisa para poder tapas las heridas. y rezaria a los dioses para poder sobrevivir. pero los dioses solo cuidan a los que se cuidan a si mismos

cuando tuve suficiente agua comencé a visualizar, rodié a mi enemigo con hielo de 5 cmm de grosor y comencé a hacer paredes complejas a mi akrededor y en una extención de unos 200 mt cuadrados hasta que acabé un laberinto de hielo cellado por arriba
-esto es todo - dije tomando mi espada -este es el final

Al sentir tan de repente que no me podia mover, emepze a sacudirme salvajemente a toda fuerza, las llamas se volvieron locas tambien bailando como querian, debilitando notablemente su poder.
Aparecio un nudo en mi garganta, me senti tan impotente y debil otra vez como la ninia que solia ser al comienzo de toda esta aventura, de hecho empeze a dudar si alguna vez deje de ser esa ninia inutil que requeria de alguien que la salvara. Podia rogar, podia llorar, podia esforzarme pero aun asi nada de eso nunca servia para mis obejtivos a larga meta.
El final realmente esta por llegar, cualquiera se daria cuenta.

A pesar de sentir las llamas a mi alrededor, no cesé en apretar las ataduras que envolvían a Rita; nunca me hubiera pensado que todo aquello podría acabar de esa manera.

Y entonces deje de ser yo misma.
Todo rastro de mi habia desaparecido en este cuerpo, cerre los ojos y me quede quieta mientras la temperatura alrededor emepzo a aumentar de forma inimaginable.
Las llamas blancas recuperaron su brillo, sin moverse se agrandaban haciendo mas caluroso el ambiente pareciendo que qusieran llegar hasta el Sol. No me importaba que el metal de mi armadura empezara a quemar mi piel ni que tampoco mi cabello empezara a carbonizarse en las puntas.
"...no tengo nada que perder..."- repetia constantemente en mi cabeza sin embargo sin ya estar ahi, como si estuviera viendo una pelicula donde me identifico con algun personaje.

Me transformé en meteorito, preparada para lo que pudiera pasar, soportando una vez más las altas temperaturas que ahí dentro se respiraban.

-No me vencerás, Rita.-Le dije apretando aun más las cuerdas de tierra que rodeaban a Rita.

El cuerpo reacciono por un solo momento, al sentir algo crujir en el interior.
Pero eso no detuvo la reaccion de las llamas y esas siguieron aumentando la temperatura cada vez mas hasta cubrirme a mi, haciendome parecer toda una antorcha.

Comencé a correr en busca de mi oponente con la espada desenvainada, sólo habia una salida, y solo uno de los dos la cruzaría

Lancé una ráfaga de tormenta de arena que la envolvió por completo, dejándola en la más penetrante oscuridad.

Miré hacía abajo y vi como una torre de tierra subía a la par que el dragón de adamantium desaparecía. Posé en ella los pies y me quedé observando a Rita aunque miré unos segundos al combate entre Eomer y Winslet, agobiada por quien pudiera perder.

la distracion de jeann ante lo que habia alrrededor fue lo que la desprotegio cuando un baston atraveso su hombro. aunque no podia verlo. jeann sabia que era el dios del trueno...aquel que le habia quitado a su hijo

-un deja vu...se ve que no has aprendido...tal ves deba quitarte a tu otro hijo para ellos- jeann no entendia a que se referia como eso

-veras tu embarazo no es casual...tu debias estar con estegio. debias quedar emabrazada. es lo que debias hacer asi como es lo que se habia hecho siempre hasta que tu madre lo arruino todo- menciono mientras jeann veia el cielo abierto cubierto por las tormentas que tal ves raiden habia invocado

Cuando la arena que me rodeaba perdio su fuerza, desde adentro revelo una esfera de llamas azul intenso. La rodeaba un aun mas radiante y cegador aura de luz violacea y celeste(acompaniado de una onda de insoportable calor); era una estrella, el poder de las flamas en su mas pura forma.
Dentro de aquel enorme fuego fatuo se encontraba mi cuerpo, o lo que quedo de el, sin embargo yo no estaba ahi. Talvez era Isobela la que lo ocupaba ahora mismo, pero ella ya hubiera atacado.
La Estrella solo se encontraba flotando en el aire, casi sin moverse.