era del armageddon

Salí de la burbuja y le miré amenazadoramente.

-No sé que poder tienes actualmente, ni si podré hacer algo pero...-miré a Alex-te ayudaré con él.-Y pronto, un dragón de adamantium encaró a Estegio.

-osan encarar el poder del dios del trueno?- dijo mi homologo -pues reciban su sentencia- en ese momento el saco el baston de raiden y de un golpe lo azoto al suelo. una gran explocion de energia inundo el cuarto destruyendolo totalmente. de no ser por el hecho de que me teletransporte. posiblemente habriamos sido calcinados. frente a nosotros estaban las escaleras que posiblemente nos llevarían a las arenas

-Subamos-inquirí y empecé a correr escaleras arriba, todo lo rápido que podía.

mientras la subiamos. sentiamos como todo el lugar temblaba. una pared callo y vimos a la jeann del futuro salir despedida del lugar y vomo entraba winslet -que pasa hermana?- dijo riendo. la jeann del futuro convirtió las paredes de acero liquido y la envio contra su hermano. teniamos que avanzar pronto antes de que ellos dos destruyeran todo

Subir y continuar subiendo, esa era la misión y, a pesar de que mis piernas se me debilitaban, continué subiendo hasta que finalmente llegué.

cuando llegamos. vimos algo que realmente no queriamos ver:los cadaveres de raiden y de isis clavados a la pared. caí de rodillas mientras intentaba imaginar el como paso esto. mientras jeann vio algo escrito cerca de raiden "perdóneme"

-¿Qué es esto?-pregunté horrorizada, al borde del llanto. Luego miré las arenas.

-Por favor, amigas... llevadnos allí donde pertenecemos.

en ese momento del suelo salio disparado winslet. y entro jeann -no lo haran si yo no lo quiero-

Encaré mi báculo hacía ella.

-No voy a dejar que nos detengas, Jeann-aquello me sonó raro-no te voy a dejar que sigas destruyendo la tierra según tu conveniéncia porque Gea-dije bien alto-no hubiera querido esto.

-y como vas a detenerme?- dijo ella mientras se sentaba cruzando las piernas -no hay nada que puedas hacer que no pueda detener-

Miré furiosa a mi otra yo, ¿cómo habíamos podido enredarnos de esa forma? Odiaba no poder sentir las arenas, ni los sentimientos que me transmitían.

-el que no sientas a la tierra. no significa que no puedas manejarla- dijo ella sonriendo -se lo que piensas porque yo lo pense en su momento-

-No quiero ser como tu, Jeann-le espeté levemente furiosa.-La tierra es un ser vivo, tiene vida y sentirla... es parte de ser una con ella. No su dueña-recalqué.

-y acaso no es lo que tu has hecho desde que tienes conciencia?- dijo ella mirandola de frente -puede decir que te comunicas con ella pero al final de cuentas. es lo mismo. lo niegues o no-

Apreté la mandíbula.

-Has olvidado lo que se siente al fusionarte con ella, al sentir como los árboles beben la sabia de la tierra. Has olvidado lo que se siente cuando los animales andan sobre ella, lo que se siente. Estar en contacto con la Tierra me hace sentir viva...-La miré fijamente-Estas muerta, Jeann. Pero no quieres verlo.

-y tu crees que no lo se?- dijo ella si titubear -y dime algo. acaso has obtenido algo util de todo esto?. acaso todo eso te ah servido de algo?. que yo sepa nada de lo que has hecho te ah llevado algo bueno. y para la tierra solo eres algo mas que pasara. yo puedo estar muerta ahora. pero tu llevas muriéndote toda tu vida-

-Tengo plena conciencia que algún día moriré, gracias-le espeté. Estaba hartándome de aquella situación. Miré a Estegio y luego a la arena bajo mis pies, sintiéndome totalmente ridícula y estúpida. ¿Es qué no había nada que pudiera hacer?¿Realmente era tan patética?

Llevé mi mano al corazón, si solo ella viviera...

-ella no te hubiera ayudado- dijo adivinando los pensamientos de jeann -porque ellos solo les han importado su propia existencia. toda fuerza de este mundo superio a nosotros se caracteriza por eso. por solo querer existir- en ese momento miro a los ojos de jeann -a la tierra no le importas y nunca le importaras. ella solo quiere seguir existiendo como todo lo demas-

-Me enferma tu forma de pensar-dije con amargura y me crucé de brazos.-¿Para qué nos detienes si lo tienes todo?-le pregunté.-¿Tienes miedo de morir, de dejar de existir?¿De perder todo ese inmenso poder que acumulaste matando a tu propio hijo?

-y acaso no es lo mismo que haces tu?- dijo ella respondiendo con una cierta voz alta -no eres capaz de abandonar tu poder con la tierra porque es lo único que te diferencia de la misera existencia que has tenido. no eres capaz de abandonar a estegio porque es lo unico que entiende como eres y lo que quieres. no lo amas. solo lo necesitas asi como el a ti-

Agaché la cabeza y me desinflé, aunque ella pudiera tener razón, no se la iba a dar. Jamás lo admitiría en voz alta aunque, si ella podía leer mis pensamientos, quizás fuera igual. Ya me daba igual. Miré a Estegio y luego a mi interlocutora que, de no ser por la falta de ojo izquierdo, sería idéntica a mi.

Suspiré y pensé en mi madre. Ella había renunciado a su poder, yo también podría hacerlo... Miré el cielo lleno de rayos y suspiré, mirando el báculo que portaba en mi mano, ¿sería capaz de volver a ser una humilde ciudadana frente a mi Jeann del futuro?

-sabes bien cual es la respuesta- dijo ella -puedes volver. pero la pregunta real es si quieres- en ese momento un silencio se apodero de toda la camara -responderme:¿acaso de atreverias a dejar todo lo que eres?. todo lo que te ah hecho lo que eres ahora?. dime tu respuesta y tal ves te deje ir-

Crispé un puño alrededor de mi báculo.

Luego miré a Estegio. Tal vez la solución no fuera matarle. Lleve mis manos al collar y me lo quité sin mirar a Estegio. Bajé la mano y este resbaló hasta el suelo. Miré el báculo y suspiré cerrando unos instantes los ojos, y luego lo solté cayendo el báculo al suelo.

Miré a Jeann.
-Renuncié una vez a ser parte de esta comedia, esta vez. Lo haré de verdad. -Tomé de vuelta el báculo y cerré los ojos, concentrándome, empecé a pasar todo mi poder a él, sentía como este me abandonaba, no me importaba.

-justo lo que queria oir- dijo ella riendo -vayanse si quieren. pero que te quede claro. nunca cambiaras lo que eres. y apenas tenga la oportunidad. seras como yo. ya lo veras- dicho esto ella se retiro y las arenas tomaron su tonalidad dorada. dando señal de que podian irse

No me agaché a buscar el collar, no me importaba. Dejé que las arenas nos envolvieran y, cuando regresamos a nuestro tiempo, sentí como me abrazaban cálidamente y sonreí, aunque miré a Isis, que ya nos esperaba.

-¿Qué vieron?

-Isis y Estegio. Voy a renunciar a mis poderes-sentencié totalmente seria.