era del armageddon

-¿Qué hora debe ser?-le pregunté después del beso.-Seguro que tarde, ¿no?

-no aun no-dije viendo que la luna se ocultaba -deben faltar como 3 horas para el amanecer- dije viendo el cielo

Me abrace a él preocupada- Te noto cansado, Estegio.

-no decuida- dije abrazandome a ella -estoy bien ya lo veras- dije mientras acarisiaba su rostro

-Estegio yo... no quiero que me escondas nada, ¿eh?. Por favor-le pedí- Veo que estás herido y antes no tenías esas heridas, ¿de dónde vienes?-le pregunté.

-pues- dije -la verdad me detuve a entrenar un rato- dije -espero que note moleste- dije abrazandola suavemente

-Gracias por confiar en mi, Estegio.-Sonrei abrazándolo con fuerza, luego le di un fuerte beso en el cuello.

-descuida- dije viendola a los ojos -no te podria mentir- dije acariciando su espalda

-Lo se...-susurré mirandolo a sus ojos, por unos momentos olvidé todo lo que me preocupaba y me fundí en un beso en sus labios.

el beso fue repentino. pero lo recibi . mientras con mis brazos aferraba a jeann hacia mi con ternura

-Te amo y nadie ni nada en el mundo logrará separarme de ti, ¿de acuerdo? Ni mi hermano Winslet, logrará separarme de ti. Ni él ni Raiden ni nadie...

-nadie nos separara- dije mietras la besa con mas animos -nadie te lo prometo- dije mirandola a los ojos

Me abrace fuertemente a él.- En mi sueño, en mi sueño estabas... estabas... muerto él... él te mataba.-Susurré.

-pero aqui estoy- dije abrazandola mientras la acariciaba -no moririe no me entiendes?- dije mientras la miraba -no me ire de ti-

-Él... yo no lograba herirle lo más mínimo, Estegio...

-no pasara nada- dije mientras besaba su cuello -solo confia en mi- dije mientras hacia que mis besos bajan poco a poco

Le detuve con mis manos.

-Lo... lo siento. No... no tengo ganas. Voy a... voy a dar una vuelta-le dije incorporándome, sacando mi báculo y echandome una capa encima, salí fuera al bosque, perdiendome en la espesura de sus frondosos árboles.

(Winslet) Me quede mirando las estrellas mientras pensaba. A mi lado tenía a Eome, quien, desde la pelea, no se separaba de mi.

-"¿Quién soy? ¿Quién fui? ¿Quién hubiera sido si él...?"-muchas dudas se planteaban por mi mente y por el momento no tenían contestación alguna.

me vesti como pude y sali teletransportandome a un lado de jeann -ya ya ya lo siento- dije abrazandola -no debis presionarte- dije abrazandola -descuida-

-Hay cosas que debo hacer sola... Estegio-le susurré levemente apenada.-Y ahora... siento que debo hacer esto sola.-Le miré.-Estaré de vuelta más pronto de lo que esperas, solo... solo quiero ver a cierta presencia y sé como hacerlo o creo saber como hacerlo. Mi madre me dio la pista y hasta ahora no había caido.

-ok- dije -pero toma esto- dije trayqndo algo de ropa abrigada -lo vas a necesitar bien- dije mientras me regresaba al templo -te estare esperando cualquier cosa solo llamame- dije mientras me teletransportaba

Acepté la ropa y accedí al interior del bosque. Después de mucho andar, llegué a un riachuelo con mucho lodo en su orilla. Me despojé de mi capa y luego lentamente de mi ropa, quedando en cueros. Tembé por lo fresco del ambiente pero hice caso omiso, empezando a embadurnarme de lodo. Primero los pies, luego las piernas y fui subiendo hasta embadurnar finalmente mi rostro y cabello.

Cuando llevaba un tiempo indefinido allí sentada en el lodo, vi a una ardilla acercarse a mi y entonces me levanté. Cuando abrí los ojos...
-¿Así que tu eres Jeann, la descendiente directa de mi antigua alumna?
-Si, así es, Isis.
-Ya veo... Ya. ¿Has pasado la prueba?
-No. Esperaba a que me ayudarás a pasarla tu.-Contesté segura de mi misma.
-Será la prueba más dura de tu vida... ¿Estás preparada?
-Del todo.
-Pues empecemos....

yo estaba en el templo me preocupaba por jeann pero debia confiar en ella. decididamente. empeze a entrenar poco a poco

Empezó a mandarme rayos y electricidad. Sentía como iba a morir pero logré cubrirme toda de diamante.
-No está mal... bien... sigamos...-Y así continuo y continuo hasta que logré esquivar todos los ataques. Me miró agachando la cabeza, pues a duras penas podía tenerme en pie y sonrió tendiendome la mano. -Esto es tuyo...-y me tendió una muñeca.-Era de tu madre, hecha de terrizo... creo que... le habría hecho ilusión que la tuvieras tu-e Isis desapareció. A duras penas, Jeann llegó al templo. No quedaba nada de lodo en ella.

-vaya vaya- dijo una vos -me parece muy inutil lo que hace en este instate si quieres ganar el poder de tu madre y usarlo. nunca lo haras a este paso- dijo esa voz -te ayudare con eso-

Me di la vuelta y le miré apoyandome con fuerza en mi báculo.-¿Quién... quién eres?-le pregunté a duras penas antes de desvanecerme.